A Libia le espera una insurrección armada inminente. Así lo ha manifestado Saadi Gaddafi, tercer hijo del depuesto mandatario Muammar Gaddafi, amenazando con encabezar un levantamiento contra las autoridades transitorias que gobiernan actualmente su país.
Saadi, ex jugador de fútbol profesional, declaró que mantiene un contacto permanente con sus miles de seguidores en Libia, descontentos por los actos de las nuevas autoridades. Además, precisó que la rebelión no estallará en un lugar concreto, sino abarcará “todos los rincones deYamahiriya”, como se llamaba Libia en la época del régimen de su padre.
Cuando los rebeldes tomaron la capital del país, Trípoli, el propio Saadi logró escapar y refugiarse en Níger, lo que le permitió salvarse.
Mientras tanto, el nuevo gobierno libio admite que se ha enfrentado "con ciertos obstáculos" al querer superar el caos remanente después del cambio de régimen. Las Naciones Unidas señalan que son más de 7.000 personas las que permanecen leales al ex líder libio y se encuentran encerradas en centros de detención improvisados. Otros corrieron con peor suerte al ser torturados y asesinados.
Por su parte, Sabah al-Mujtar, el presidente de la Asociación de Juristas Árabes, advirtió hace poco que "la amenaza de una nueva guerra civil en Libia es real".