Atenas se manifiesta mientras el Parlamento debate las nuevas medidas de austeridad

Atenas está ‘incendiada’ por las decenas de miles de manifestantes que salieron a las calles de la capital griega mientras el Parlamento del país debate las nuevas medidas de austeridad. Según los testigos, la Policía griega está empleando gases lacrimógenos y cañones de agua para disolver a la m

Atenas está ‘incendiada’ por las decenas de miles de manifestantes que salieron a las calles de la capital griega mientras el Parlamento del país debate las nuevas medidas de austeridad. Según los testigos, la Policía griega está empleando gases lacrimógenos y cañones de agua para disolver a la multitud.

Más de 30.000 de los griegos se concentraron en las afueras del Parlamento en rechazo a la implementación de las nuevas medidas. La gente ejerció presión para romper el cordón policial dispuesto en torno a la Asamblea Nacional. Por la protesta, se han desplegado unos 3.000 policías.

Previamente el primer ministro griego, Lucas Papademos, advirtió sobre el posible “caos incontrolado” que podría producirse en el momento en el que el Parlamento debatiera los nuevos recortes. 

El Parlamento griego se ha reunido este domingo en sesión plenaria para discutir si aprueba o no el nuevo paquete económico exigido por la Unión Europea, el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional a cambio de un préstamo de 130.000 millones de euros (171.000 millones de dólares) que evite "la quiebra del país y su salida del euro".

Aceptar estas dolorosas medidas “es el deber de los gobernantes griegos respecto a las generaciones futuras y la verdadera ‘actitud patriótica’. Los demagogos dicen que es mejor la bancarrota [que tomar dichas medidas], pero la bancarrota sólo creará una explosión social y el caos”, indicó Papadimos.

Gran parte del pueblo griego se opone a dichas medidas económicas, afirmando que atentan contra el bienestar financiero y social del país. La gente pide que los recortes se apliquen contra los bancos y otras entidades financieras, considerados los únicos responsables de la crisis económica.