"Hay que buscar tales soluciones al problema sirio que excluyan las injerencias desde el extranjero", dijo el ministro ruso de exteriores, Serguéi Lavrov tras mantener un encuentro con su homólogo de Emiratos Árabes Unidos, el jeque Abdullah bin Zayed Al Nahayan, con quien abordó la situación en Siria.
Sobre el eventual envío de una misión de paz de la ONU a Siria propuesta por la Liga Árabe, Lavrov condicionó dicha misión a su aceptación previa por parte de Damasco y a un alto el fuego decretado por las dos partes implicadas en el conflicto.
En relación al trabajo del grupo internacional "Amigos de Siria", el canciller de Emiratos dijo que no va a apoyar militarmente a la oposición siria, prestándole ayuda de otro tipo.
En este sentido, el canciller ruso dijo que Rusia aprobará la sesión del grupo, prevista para el 24 de febrero, sólo en caso de que se trate de “una conferencia que apoye a todos los sirios, y no sólo a la oposición”.
Además, el canciller ruso recalcó que Rusia ofrece a los miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU elaborar acuerdos sobre la seguridad en la región del golfo pérsico.
Como otro mecanismo para la solución internacional del conflicto sirio, Lavrov evocó una posible sesión extraordinaria de los ministros de exteriores del Consejo de Cooperación para los Estados Árabes del Golfo y Rusia para abordar este tema.
Este domingo Damasco rechazó la resolución de la Liga Árabe (de la que forman parte los Emiratos) y acusó a algunos de sus estados miembros de mantener una postura "hostil" contra Siria. El texto de la Liga, que ha interrumpido sus relaciones diplomáticas con Siria, exige la dimisión del presidente sirio Bashar Al Assad y ofrece "cualquier tipo de ayuda política y material" a los opositores al régimen.
¿Misión pacificadora o complot terrorista?
Las iniciativas de los países occidentales de enviar tropas de paz a Siria y apoyar a la oposición sobre el terreno responden al intento de derrocar el régimen político de Damasco, según la analista para asuntos de Oriente Medio, Naghám Salmán.
“Gran parte de esa oposición son los grupos armados, y cuando hablan de apoyar a la oposición están hablando de apoyar a estos [insurgentes] armados y estos terroristas”, opina la experta. “Esas tropas de paz pueden ser tropas de guerra”, porque –asegura- pueden “unir a los terroristas para enfrentarse al ejército sirio”, agrega.
Además, Salmán sostiene que Occidente actúa a través de la oposición porque sabe que una intervención directa podría provocar “una tercera guerra mundial”, en la que podría involucrarse Irán, que vería un ataque contra Siria como un ataque contra sí, apoyado por Rusia y China, que rechazan cualquier incursión militar desde el extranjero contra Damasco.
La política de los países occidentales respecto a Siria busca cercar a Damasco y repetir allí el escenario libio usando fuerzas enviadas desde extranjero, comenta Purificación González, portavoz del Colectivo Internacional Ojos para la Paz.