La imagen de los JJ.OO. de Londres, 'contaminada' por un patrocinador con química
La sombra del legado tóxico se cierne sobre los Juegos Olímpicos de Londres, que apuntaban a ser los más verdes y ecológicos de la historia.
Su principal patrocinador es el gigante multinacional Dow Chemical, vinculado a uno de los peores desastres químicos de la historia: una fuga de gas que en 1984 se cobró miles de vidas y afectó a casi medio millón de personas en la ciudad india de Bhopal.
Farah Edwards tenía 10 años cuando tuvo lugar la catástrofe. La inhalación del producto tóxico le causó un daño permanente. "No puedo creer cómo están aceptando el dinero con los brazos abiertos. Dow está tratando de demostrar que es sostenible y quiere limpiar su imagen, pero la mejor manera de mejorar su imagen sería limpiar los alrededores de la fábrica y ayudar a los habitantes de Bhopal”.
Farah recibió 1.000 dólares de compensación, una parte de los 470 millones que Union Carbide, la empresa que poseía y operaba la planta industrial en Bhopal pagó al Gobierno indio en 1989. Dow Chemical compró la compañía en 2001, pero niega cualquier responsabilidad por la catástrofe.
Las autoridades de la India no están de acuerdo con este argumento, y exigen a la propietaria que descontamine la zona afectada.
“La gente todavía bebe el agua contaminada por la fábrica Union Carbide, los niños nacen con deformaciones, la gente tiene más casos de cáncer, hay retraso en el crecimiento…”, se lamenta Farah.
Los defensores de derechos humanos contemplan el contrato que consiguió Dow Chemical para suministrar la tela decorativa destinada a envolver el Estadio Olímpico de Londres como una bofetada hacia los supervivientes de Bhopal.
Meredith Alexander era hasta la fecha el responsable de ética del Comité Olímpico de Londres, pero renunció en protesta por el patrocinio de la multinacional.
“Se supone que debe ser una oportunidad para mostrar lo mejor de nosotros, sea la ciudad anfitriona o el deporte, se supone que se trata de los valores olímpicos. En cambio, todos nosotros vamos a tener el legado tóxico de productos químicos de Dow en nuestra conciencia”, explica Alexander.
Tras meses de protestas e incluso de amenazas de boicot por parte de los atletas indios, la empresa Dow Chemical renunció a que su nombre figurase en el estadio olímpico. Mientras tanto el Comité Organizador de los Juegos de Londres 2012 respondió con una declaración de su presidente Lord Sebastian Coe: "apoyo totalmente nuestro proceso de adquisición y Dow era de lejos la solución más sostenible para nuestra necesidad y nos sentimos cómodos con ella".
A menos de seis meses para que la antorcha olímpica inaugure estos nuevos Juegos, parece que esta mancha química permanecerá indeleble en la reputación olímpica de Londres.