"La crisis financiera global ha demostrado que el sistema del capitalismo especulativo americanizado no es eficaz. Hoy esta crisis del capitalismo reina en todo el planeta", sostiene Guennadi Ziugánov, líder del Partido Comunista de Rusia y candidato a presidente en las elecciones de 2012.
"Solo hay una alternativa. O reina la justicia, el trabajo y el socialismo, o el planeta está condenado", comentó el político en el programa A Solas. Según Ziugánov, la única solución posible es la socialización de la vida, el reforzamiento del papel del Estado y el aumento de la productividad del trabajo. Acentúa que la economía más eficaz en esta crisis, con un crecimiento de entre el 10% y el 12%, es China que no soltó la bandera roja de las manos.
Insiste en que Rusia puede renacer solo moviéndose en la dirección del socialismo renovado, tomando en cuenta la experiencia china. Según Ziugánov, el socialismo del siglo XXI es una correlación justa entre la propiedad estatal, la propiedad colectiva y la propiedad personal. "El Estado debe controlar los recursos, los ferrocarriles que influyen en el precio de las mercancías, las redes eléctricas, los sistemas de seguridad y de comunicación. El resto debe entregarse a la iniciativa privada, personal o colectiva, y entonces, uno complementará al otro", opina el líder comunista ruso. Para él, un sistema así permitiría reglamentar la competencia y evitar "habituales guerras por el reparto del mercado".
"Encontrar este equilibrio es una tarea muy difícil y muy sabia", admite el político y acentúa que en cada caso la proporción dependerá de muchos factores, como la historia del país en concreto, la psicología, el clima.
Una globalización tipo estadounidense se ha colapsado
"Después de la ruptura del sistema bipolar, la URSS y sus aliados frente a EE. UU., los EE. UU. declararon que los que no estaban con ellos, estaban en su contra. No les gustó Yugoslavia, y la bombardearon. No les gustó Saddam Hussein, porque no les entregó su petróleo (…) y lo ahorcaron. No les gustó Muammar Gaddafi y lo ejecutaron", enfatiza Ziugánov. Según el político, lo que quieren los estadounidenses es siempre "dar puñetazos en la mesa, mandar las armadas de la OTAN y comer la parte principal con la ayuda de CNN y sus sistemas de información".
"Se llevaron a cabo las revoluciones naranjas ejemplares, pero eso no ayudó ni a Egipto, ni a Libia, ni mucho menos a Israel que está radiado como en un sartén ardiente y ahora mira alrededor sin saber quién vendrá, y lo más seguro es que lleguen los fundamentalistas islamistas. Ahora ya se acercaron a un límite en el que está claro que una globalización tipo estadounidense se ha venido abajo, se ha colapsado y no pueden con ello", insiste.
Según el político, hoy en día no hay otra alternativa que sentarse a la mesa de las negociaciones y "recordar qué es un socialismo justo". El mundo no es bipolar ya, es multipolar: los EE. UU. siguen siendo un líder en la arena política mundial, pero también lo son la Unión Europea y los países BRICS (Brasil, Rusia, la India, China y Sudáfrica), subraya. Con lo cual, en la misma mesa hay que equilibrar los intereses de muchos sujetos. Para hacerlo, será necesario reforzar el papel de la ONU y del Consejo de Seguridad en particular, opina.
América Latina se despertó
Para América Latina existe un buen futuro, acentúa Ziugánov. Según él, el éxito de la región se deberá a la popularidad que tiene allí la idea del socialismo del siglo XXI. "América Latina se despertó. Protege los intereses nacionales y no se olvida de la justicia".
El político ruso ve varias razones para esto. "Por un lado, la psicología de muchos latinoamericanos tiene un carácter colectivo. Por otro, los que experimentaron la pobreza y la vida dura reaccionan más agudamente a los problemas de injusticia", detalla. Subraya que en la región el movimiento social es bastante fuerte y obliga al poder y al capital a repartir sus ingresos. Acentúa que en muchos países de la zona, como Venezuela, Brasil, Argentina y otros, es una estrategia de los legisladores aprobar las leyes más estrictas hacia los capitalistas que les obligan a ayudar a los que tienen una vida más difícil.
Es el planeta el que combate por un socialismo
Para resolver su crisis la humanidad necesita el cambio de todo el sistema, insiste el líder del partido comunista ruso. El único camino posible para él es la socialización de la vida, "que el interés no sea personal, sino de la sociedad, colectivo; que el interés no sea de un especulador, sino de un trabajador que con sus manos hace el pan; que el interés no sea de un bandido, sino de un humanista que predica el bien, la justicia y el amor en el planeta".
"El socialismo es la prioridad de la justicia sobre la mentira, de una educación de calidad y sanidad accesibles para todos sobre los intentos de cobrar dinero por todo", detalla el político. Admite que se trata de un problema complicado, sin respuestas fáciles. "El mayor problema ahora mismo en el planeta es el nivel intelectual y profesional de los gobernantes actuales, desde Moscú hasta Washington, Berlín y París. No corresponde a la complejidad de los problemas que ya han sido remarcados. Las contradicciones aumentan más rápido de lo que se resuelven", insiste Ziugánov.
Pero está seguro de que la salida existe: "Principalmente el planeta es el que combate por un socialismo, se venga del capital por un trato desvergonzado e irrazonable hacia él".