Los buques de guerra estadounidenses desplegados en el Golfo Pérsico son capaces de lanzar un ataque masivo contra Irán con cientos de misiles tipo Tomahawk, declaró este miércoles el jefe del Comité parlamentario ruso para asuntos de Defensa, el almirante Vladímir Komoedov.
"Actualmente están desplegados cerca de la costas iraníes 17 buques de guerra estadounidenses, portadores de misiles de crucero Tomahawk, con capacidad para lanzar una andanada de 450 misiles”, dijo el almirante en su reunión con agregados militares acreditados en la capital rusa.
En su día el Pentágono aseguró que la presencia simultánea de varios portaaviones en el Golfo no es algo extraordinario y no está relacionada con la agudización de tensiones en torno al problema nuclear iraní.
Komoedov explicó que el grupo de los 17 buques está integrado por dos submarinos multifuncionales nucleares tipo Los-Angeles (con 24 tubos de lanzamiento para lanzamientos de misiles Tomahawk en cada sumergible). Además, la flotilla consta de tres cruceros clase Ticonderoga, provistos de 78 tubos de lanzamiento de misiles guiados (26 en cada navío).
Otro importante elemento lo representan los 12 destructores clase Arleigh Burke, dotados en suma de 352 lanzadores de misiles Tomahawk.
Esta armada podrá ser reforzada por buques de guerra de Reino Unido, Italia, Francia, Alemania y otros estados de la OTAN, opina Komoedov.
El estrecho de Ormuz conecta el Golfo de Omán con el Golfo Arábico. Su litoral septentrional está controlado por Irán, mientras que el meridional pertenece a Emiratos Árabes Unidos y Omán, ambos aliados estadounidenses.
A finales de diciembre la Armada iraní realizó en esta zona ejercicios a gran escala que remató con pruebas de misiles de gran alcance.
El riesgo del efecto dominó
Según el jefe del Estado Mayor General ruso, el general Nikolai Makárov, el ataque “occidental” contra Irán podría ser lanzado este verano. Hasta ese momento las tensiones entre Teherán se limitarían a un cruce de fuego retórico, según el militar.
Makárov aseguró que el mando militar ruso sigue la situación y no excluye la posibilidad de que tenga lugar un ataque coordinado contra la república islámica.
Según los analistas, si el general Makárov no se equivoca en sus estimaciones, la situación regional podría deteriorarse hasta el punto de que un eventual ataque a Irán podría desencadenar un “efecto dominó”, que incluso podría desembocar en una guerra mundial.
Además del problema nuclear iraní y las sanciones impuestas al país islámico por Occidente, la escalada de tensión ha estado marcada por varios incidentes como el supuesto ciberataque contra Irán, así como por el escándalo con el drone estadounidense hackeado por Irán.