Irán comenzó a insertar el combustible nuclear en el reactor del centro de investigaciones de Teherán.
El presidente Mahmoud Ahmadineyad dijo que actualmente en Irán se hallan en funcionamiento un total 9000 centrífugas de uranio.
El titular de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, instó a Irán a suspender el enriquecimiento de uranio y empezar a colaborar con el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA).
El diplomático recordó al estado islámico que la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU y el Consejo Administrativo del OIEA exigen que Irán desista de enriquecer el uranio para así crear premisas para las negociaciones.
“Preferiríamos que Irán cumpla estas exigencias. Pero hasta ahora todo lo que declara y lo que hace Irán está bajo el control del OIEA”, señaló.
Al mismo tiempo las autoridades del país islámico han cursado a Catherine Ashton, Alta Representante de la UE para Asuntos Exteriores, un mensaje diciendo estar dispuesto a negociar con el ‘sexteto’ de mediadores internacionales.
Anteriormente los países occidentales se negaron a suministrar el combustible a Teherán. En el mayo del 2010 la república islámica logró acordarse con Turquía y Brasilia sobre el cambio del uranio de bajo nivel de enriquecimiento al combustible.
Pero el convenio no fue cumplido porque el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó nuevas sanciones contra Irán. EE. UU. y varios países occidentales acusan a la república islámica de elaborar las armas nucleares. Teherán rechaza todas las inculpaciones asegurando que su programa nuclear es puramente pacífico.
Aunque para la producción de armas nucleares hay que enriquecer uranio hasta el 93,5%, el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) sigue advirtiendo sobre el carácter peligroso del programa.
Teherán seguirá enriqueciendo uranio
Irán seguirá enriqueciendo uranio, opina el viceministro ruso de Exteriores, Serguéi Riabkov.
“No dispongo de información alguna sobre que Irán esté dispuesto a abandonar su programa de enriquecimiento de uranio”, recalcó el diplomático ruso.
Riabkov recordó que Teherán promueve como condición previa para reanudar las negociaciones con el sexteto de mediadores internacionales el reconocimiento de su derecho enriquecer uranio.
"No podemos aceptarlo, sobre todo porque imponer condiciones previas es inadmisible en cualquier negociación, más aún cuando se trata de un tema tan complicado”, señaló.