Cadetes rusas: entre las armas y las cacerolas
Uno de los más antiguos institutos militares de Rusia, la Academia de Suvórov, este año abrió sus puertas a niñas.
En 2004 apareció el primer instituto para la formación exclusiva de cadetes mujeres: la Escuela de Cadetes Femeninas de Moscú. En éste se imparte un programa educacional civil y militar para niñas desde los 10 años. Ya cuenta con 18 graduadas y espera sumar otras 26 este año.
Una futura carrera militar es sólo una más de las muchas opciones existentes para estas jóvenes, sin embargo, es sin duda la más llamativa. Las expresiones artísticas, la cocina, los talleres de costura y, por supuesto, las materias básicas de cualquier programa de educación se combinan con disciplinas como el conocimiento de los primeros auxilios y el entrenamiento en el uso de armas.
El objetivo no es inculcar un espíritu bélico en las niñas, sino inspirarles un sentido de patriotismo y brindarles herramientas útiles para la defensa.
La imagen de una mujer de negocios, intelectual, ama de casa, madre cariñosa y lista para servir a su país con un fusil en la mano, cada año se está interesando un número más grande de chicas rusas.
Las escuelas de cadetes cuentan con una historia de 300 años y sirven de símbolo de la nobleza, del patriotismo y de la inteligencia: patrocinadas por la familia imperial, casi desaparecieron en la época soviética. En la década de 1990 comenzó a revivir la tradición y varios colegios adoptaron un régimen mixto para poder recibir estudiantes de ambos sexos.