El canciller argentino Héctor Timerman anunció que Argentina no usará la fuerza militar para resolver el conflicto con Gran Bretaña por la soberanía de las Malvinas, a pesar de que el Reino Unido ha enviado un destructor y un submarino nuclear a la isla.
Mientras tanto, un alto funcionario británico viajó a las islas para visitar una base militar donde desde hace dos semanas entrena el príncipe Guillermo.
Este anuncio se produce en medio de una escalada en el conflicto entre Buenos Aires y Londres, y a pocas semanas del 30 aniversario del inicio de la guerra de Malvinas, que enfrentó a ambos países.
Otro punto de tensión es la exploración de petróleo por parte de empresas británicas en el área del archipiélago. Varios medios denunciaron recientemente que una plataforma habría violado las aguas territoriales argentinas.
Jorge Castro, analista político internacional, cree que más allá de la cuestión de la soberanía sobre las islas, lo que está en el juego son los intereses comerciales.
"El petróleo y el gas disponibles en las aguas circundantes a Malvinas, o Falkland en la terminología británica, superaría los seis millones de barriles, lo que significa un total de reservas superior al conjunto de las reservas actualmente disponibles en el Mar del Norte por Gran Bretaña", aseguró Castro refiriéndose a los objetivos de Londres al realizar exploraciones petrolíferas en las aguas cercanas a las islas.
El analista también le comentó a RT que "lo que estaría en disputa acá no es simplemente una soberanía territorial, sino el control y la disposición de recursos de extraordinaria importancia (…) este es un descubrimiento que tendría importancia no solo referido a la relación entre Gran Bretaña y la Argentina, sino con alcance global".
A medida que crecen las tensiones en torno al archipiélago, el Reino Unido rechaza cualquier negociación al respecto. Mientras tanto, Argentina acepta la posible mediación de la ONU en el conflicto.