En vísperas de la nueva visita de la delegación del Organismo Internacional de la Energía Atómica a Irán, William Hague, ministro de Relaciones Exteriores del Reino Unido, ha advertido que las ambiciones nucleares de Teherán podrían arrastrar al mundo a "una nueva Guerra Fría", esta vez con epicentro en Oriente Próximo. Según Hague, si Irán no abandona su programa nuclear otros países de la región también querrán desarrollar armamento atómico.
El mundo puede estar muy pronto frente "a la ronda más seria de proliferación de armas nucleares desde que estas se inventaron, con todos los efectos desestabilizadores que ello conlleva", subraya el jefe de la diplomacia británica, según recoge el diario Daily Telegraph.
Al mismo tiempo, la BBC informa, citando como fuente a un diplomático destinado en Viena, que Teherán sigue adelante con sus planes y que intenta instalar centrífugas nuevas para enriquecer uranio también en el centro nuclear cerca de la ciudad de Kuma.
Si hay una posibilidad de una catástrofe nuclear en Oriente Próximo, esta proviene de Israel, EE. UU., Gran Bretaña y Francia, opina, por su parte, el analista político Adrian Salbuchi. Son potencias nucleares y tienen fuerzas armadas que obviamente portan armamento atómico, insiste. Y una parte de estas fuerzas está presente en el Golfo Pérsico, en la zona 'caliente' del Estrecho de Ormuz y en toda la zona cercana a Irán, subraya el analista.
"Se habla de buscar la paz por vía diplomática. Sin embargo, la abrumadora presencia militar de EE. UU., Gran Bretaña y Francia con portaaviones, con destructores, con cazas de bombardeo, insisto, con armamento nuclear en esta zona, es obvio que va a intranquilizar a un país como Irán. Acá los que están procediendo de una forma irresponsable y agresiva son las potencias occidentales", comenta.
Un día después de que EE. UU. y la UE hayan confirmado que Teherán está dispuesto a negociar su polémico programa nuclear con la comunidad internacional, Ehud Barak, el ministro de Defensa de Israel, ha llamado a acelerar la introducción de sanciones contra Teherán. Ha insistido en que es necesario hacerlo antes de que Irán entre en una zona de invulnerabilidad", cuando su potencial atómico le permita no preocuparse ante la amenaza de un asalto armado contra sus objetos nucleares.
Por su parte, Teherán responde al aumento de la presencia de la marina de guerra de EE. UU., Gran Bretaña y Francia en sus cercanías con el anuncio de nuevas maniobras militares en el Estrecho de Ormuz y el envío de dos buques de guerra -el destructor Shahid Qandi y el barco de abastecimiento Kharg- al mar Mediterráneo. Los buques iraníes navegaron a través del Canal de Suez –bajo la autorización de las autoridades egipcias– para llegar el viernes al puerto sirio de Tartus, a unos 220 kilómetros al noroeste de Damasco.
Según el comandante de la Armada iraní, el almirante Habibollah Sayari, la tarea de la misión es proporcionar formación marítima a las fuerzas navales de Siria en cumplimiento del acuerdo bilateral firmado hace un año. Es la segunda vez desde la Revolución islámica de 1979 que las naves militares del país pisan las aguas internacionales del Mediterráneo. La presencia de las embarcaciones iraníes en la zona es un mensaje de "paz y amistad" a los países de la región y un manifiesto del gran poderío de Irán, ha declarado Sayari este sábado. Las naves militares iraníes atravesaron el Canal de Suez por primera vez en febrero de 2011 también con la misión de visitar algunos puertos sirios. En aquella ocasión, Israel calificó el hecho como una "provocación".
Para la semana que viene está programada una nueva visita de la delegación del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) a Irán, con el fin de avanzar en el análisis del programa nuclear del país. Salbuchi no se muestra optimista tampoco respecto a esta misión. "Queda claro que el OIEA ya ha caído prácticamente bajo el control de las potencias occidentales, notablemente de EE. UU., Gran Bretaña y Francia, que son las que realmente toman las decisiones", subraya.
"Están buscando de una manera u otra un 'casus belli', una excusa para hacer en contra de Irán, lo que en su momento hicieron con Irak sin un 'casus belli' real, porque luego se descubrió que las inexistentes armas de destrucción masiva eran una mentira. Parece que no quieren volver a repetir el papelón y están preparando un poquito mejor esta ingeniería de demostrar un supuesto plan nuclear por parte de Irán que no existe", insiste.