Ha finalizado la carrera de microminiaturistas en Rusia. Desde junio de 2011 dos especialistas han competido por crear los válenki –el tradicional calzado ruso para invierno similar a la marca Ugg- más pequeños del mundo.
El primero en presentar su modelo -hace medio año- fue Valeri Sokolov. Su versión de válenki tenía una planta del pie de 6 milímetros de largo. Otro especialista, Anatoli Konenko, recogió el guante. Unos meses después presentó un calzado de tres milímetros de largo. Sokolov no quiso ceder: su segundo par fue de 2 milímetros. Konenko, por su parte, volvió a responder al nuevo desafío y creó unos zapatos invernales de 1,5 milímetros de largo.
En febrero la carrera se agudizó. Hace dos semanas Sokolov logró recuperar el liderazgo y presentó unos válenki de 1,1 milímetros. Sin embargo, su rival se negó a perder: días después elaboró un par de 0,9 milímetros. Sokolov no se dio por vencido y esta semana ha presentado un nuevo par, también de 0,9 milímetros. Con esto, los dos participantes han tenido que reconocer que la competición ha llegado a su fin. Han acordado que se trata de un empate.
"Ambos entendemos que las características de la lana (el material que se usa para producir los válenki), el tamaño de sus hilos, ya no nos permitirá crear unos válenki que sean más pequeños", comenta Konenko. "Hemos demostrado que podemos hacerlo. Competir en décimas partes de milímetros ya no tiene sentido", coincide con él su rival.
Ahora viene el turno del libro Guinness que debe responder a la solicitud de los maestros que presentado juntos para compartir el honor de ser nomrados creadores de los válenki más pequeños del mundo. Sin embargo, según el representante del Libro Guiness en Rusia, no será tan fácil registrar el récord: primero hará falta explicar al comité internacional qué son los válenki.