Vladímir Putin retomará una estrategia de contención nuclear
Se requieren pasos decisivos para fortalecer la defensa aéreoespacial de Rusia, según Vladímir Putin. El candidato a la presidencia y actual primer ministro aboga por una respuesta ‘asimétrica’ al despliegue de un nuevo escudo antimisiles de EE. UU. y la OTAN en el sexto de sus artículos, publicados como parte de un ciclo periodístico preelectoral donde aborda distintos problemas y perspectivas de desarrollo de Rusia.
Putin expone en su texto la modernización del complejo industrial militar y del Ejército, a pesar de que su tesis es que hay una escasa probabilidad de que ocurra una guerra global entre potencias nucleares. Una vez desencadenado este tipo de conflicto se pondría fin a la civilización. Sin embargo, asegura: “hasta que la ‘pólvora’ de las fuerzas nucleares estratégicas (…) quede ‘seca’, nadie se atreverá a desatar una agresión a gran escala contra nosotros”.
‘Asimétirico’ significa superar cualquier escudo
Como candidato Putin promueve una respuesta técnicomilitar “eficaz y asimétrica” al despliegue del escudo antimisiles global de EE. UU., en especial de su segmento europeo. A su juicio sería demasiado costoso y poco eficaz contestar a los retos emergentes con un nuevo sistema de defensa antimisiles nacional. Por el contrario, “será mucho más eficiente desarrollar una capacidad para superar cualquier escudo antimisiles y defender el potencial ruso estratégico”. Esto revalida el énfasis que tendrá la política militar rusa en la contención de una agresión potencial con la perspectiva de una respuesta adecuada.
En ningún caso el país se negará a desarrollar su potencial para la contención estratégica, advierte el político. Es más, lo vamos a reforzar. “Exactamente este potencial nos ayudó a conservar la soberanía estatal en el complicado período de los años noventa, cuando —si hablamos sinceramente— no teníamos otros argumentos ponderables.”
“Está claro que la estructura de las Fuerzas Armadas continuará teniendo un rol importante para la disuasión nuclear hasta que tengamos otros tipos de armas, como los complejos de ataque de nueva generación. Incluso, las armas de alta precisión que, como he dicho más arriba, pueden resolver tareas comparables a las que tienen ahora las fuerzas de disuasión nuclear.
“El complejo industrial militar debe trabajar rápido, debemos hacer avances, convertirnos en líderes de la innovación y la producción”, insta el autor. Reconoce también que la tendencia de las décadas recientes fueron en sentido contrario. “La falta de estímulo para el desarrollo de ideas innovadoras, la pérdida de vínculos entre las universidades, institutos y empresas del sector de la industria de la defensa genera retrasos en el ámbito de los estudios, la desintegración de las escuelas científicas y de las industrias de tecnología de punta.”
Modernización bélica con repercusión civil
Varios programas ya puestos en marcha deben mejorar la situación. Según el político, estos no tienen precedentes. Afirmó que en total durante la próxima década se destinarán a estos fines hasta 23 billones de rublos. Al mismo tiempo, el primer ministro rechaza que se trate de una militarización del presupuesto ruso. Estos recursos son el “pago de las cuentas” de los años 90 del siglo pasado y posteriores, en los que al Ejército y a la Armada les faltó financiamiento y casi no recibieron nuevos tipos de armas.
“La renovación de la industria de la defensa será la locomotora que arrastrará el desarrollo de diferentes sectores económicos”, asegura. Entre ellos mencionó la metalurgia, la construcción de maquinaria, el sector químico, la industria radioelectrónica, las tecnologías digitales y las telecomunicaciones. “Esto dará oportunidad a las empresas de estas ramas de obtener recursos para modernizar su base tecnológica, así como elaborar nuevas soluciones tecnológicas. Lo que garantizará el sostenimiento de los colectivos de científicos y constructores y su presencia en el mercado de innovaciones para el sector civil.”
En los próximos diez años, las tropas estarán equipadas con más de 400 misiles intercontinentales; 8 submarinos de misiles balísticos; unos 20 submarinos multifuncionales; más de 50 buques de guerra; unos 100 aparatos espaciales militares; más de 600 aviones modernos, entre ellos cazas de quinta generación; más de mil helicópteros; 28 sistemas misilísticos S-400; 38 sistemas ‘Vítyaz’; 10 sistemas misilísticos ‘Iskander-M’; más de 2.300 tanques modernos; unas 2.000 unidades de artillería autopropulsada, y más de 17.000 carros militares.
Según Putin, solo se hará una adquisición “por puntos” de maquinaria y equipamiento militar al extranjero. El político acentúa una diferencia fundamental, como dice, entre “comprar para tener lo suyo” y “comprar para rechazar lo suyo”. Está convencido de que debe comprarse lo que podría “servir de base para recibir tecnologías y conocimientos”. Cita la experiencia de los años 30 del siglo XX, cuando “toda una serie de tanques rusos se produjo a base de las máquinas estadounidenses e inglesas”. Posteriormente y aprovechando la experiencia recibida, recuerda el candidato, los ingenieros rusos crearon el T-34, el mejor tanque de la Segunda Guerra Mundial.
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