Los jóvenes de Moscú intentan conseguir una casa a cambio de un clip
En el otoño en Moscú los adolescentes no tienen demasiado qué hacer en sus ratos libres. El clima no les permite ir de picnic al campo o pasear en bicicleta. Pero, pese a todo, no están holgazaneando. Han inventando un nuevo juego.
Las reglas son muy fáciles: un grupo se reúne en un centro comercial de muchos pisos, cada uno de los jugadores recibe un clip y se ponen a intentar cambiarlo por algunos objetos que tengan más valor.
La idea del juego proviene del Internet. Hace unos años el canadiense Kyle MacDonald se puso el reto de conseguir una casa por medio del trueque. El joven emprendedor anunció sus planes en la red. Tras un año y 14 intercambios se convirtió en el propietario de una casita de dos pisos.
Las ventajas del juego son obvias, porque no hay reglas fijas. Se puede cambiar el clip por un objeto o dos o tres. A veces el jugador ofrece un trueque, pero la persona que tiene alguna cosita para cambiar simplemente se lo regala y no acepta nada a cambio. De esa manera se puede adquirir más objetos para seguir cambiándolos. Se puede jugar al aire libre y en locales cerrados. Los jóvenes se pueden dirigir a los peatones en la calle, a los dependientes en las tiendas y a los guardias de seguridad en las oficinas.
Los moscovitas reaccionan a las propuestas de intercambio muy positivamente y están dispuestos a desprenderse de una cosa innecesaria por otra que tampoco sea de mucho valor, porque el mismo proceso es bastante divertido.
Los jóvenes ingeniosos después de medio día de juego obtienen “tesoros” como una baraja, un chicle, una botella de vitaminas, una chocolatina y hasta un boleto para una pista de patinaje. Y todo esto partiendo de un clip. Podrían también ponerse como objetivo conseguir algo de gran valor, no hay nada imposible.