Una pulsera electrónica, la vida en un chalet suizo y un bolsillo aligerado en 4,5 millones de dólares. Ese es el resumen preliminar del proceso judicial del famoso director de cine Roman Polanski.
La ministra suiza de justicia afirmó que no ve razón alguna para apelar la decisión del Tribunal Supremo de liberar a Polanski bajo garantías.
Pero la compensación económica de 4,5 millones de dólares no influye en el caso principal: el proceso judicial por un caso de pederastia ocurrido hace 30 años. La audiencia del Tribunal de Apelación de California, para discutir la posibilidad de cerrar el caso, está prevista para el 10 de diciembre, pero, Polanski podría no asistir puesto que todavía no existe una resolución sobre su extradición a EE. UU.
Anteriormente, un funcionario del Ministerio de Justicia de Suiza declaró que a Polanski le esperarían tan sólo 2 años de cárcel en EE.UU. si es deportado voluntariamente. La “víctima” del director ha pedido en reiteradas ocasiones cerrar el caso a pesar de que Polanski admitió su culpa y pagó una compensación económica.
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Según la decisión del Tribunal suizo, Polanski podrá esperar su extradición a EE. UU. en su casa en el sur de Suiza tras un pago de 4,5 millones de dólares, además de la promesa de no quitar su pulsera electrónica y de dejar sus documentos personales a las autoridades oficiales del Tribunal. Son medios suficientes para prevenir la posibilidad de que escape, afirma la sentencia judicial.
Arrestado por petición de los EE. UU., anteriormente el maestro ya se había dirigido a las autoridades suizas para que le cambiaran la cárcel por un arresto domiciliario. Sin embargo, el tribunal se negó por estar de acuerdo con los representantes de la parte acusadora de que esto podría servir para que Polanski escapara del país. Ahora el incremento de las garantías y la falta de documentos amarran al cineasta a tierra suiza.
Según el periódico italiano La Repubblica, el dinero debe ser pagado en efectivo puesto que un cheque bancario no servía al tribunal.