China rechazó las críticas del gobierno de EE. UU., que calificó la posición de Pekín sobre Siria como “deplorable”.
El comentario fue publicado en el periódico oficial del Partido Comunista de China, The People’s Daily, y precisa que “después de [la guerra en] Irak, EE. UU. no tiene derecho moral para hablar en nombre de los pueblos árabes”. Además, en el documento se cuestiona “la sinceridad y eficacia de la política estadounidense”.
El diario consigna: "No es difícil imaginar el motivo por el qué EE. UU. se presenta como el 'protector' de los pueblos árabes. El problema es ¿qué base moral tiene para este patrocinio, superarrogancia egoísta y aplomo? Hasta ahora la violencia no se ha acabado en Irak, la gente común y corriente no tiene seguridad. Solo este hecho ya es suficiente para plantear una enorme pregunta sobre la sinceridad y la eficacia de la política de EE. UU.”
Según Pekín, el presidente sirio Bashar al Assad debe tener la posibilidad de realizar reformas en el país y cesar la violencia.
Rusia, que también vetó la resolución contra Damasco en la ONU, se solidarizó con China en sus críticas a la posición de EE. UU. sobre Siria. La reunión de los 'Amigos de Siria' no ayudó a la regulación de la situación, según declaró el canciller ruso, Serguéi Lavrov. "A día de hoy no tenemos claro el estatus del documento difundido. La reunión no contribuyó a crear las condiciones que podrían estimular a los sirios para empezar un diálogo político", dijo. Según el ministro de Exteriores, Rusia seguirá actuando para acabar con la violencia, "que no mueran los civiles".
El primer ministro ruso Vladímir Putin detalló su visión acerca del problema sirio en su reciente artículo preelectoral, publicado en el periódico Moskóvskie Nóvosti. “Hay que evitar la repetición del ‘guión libio’ en Siria. Los esfuerzos de la comunidad mundial deben dirigirse en primer lugar a alcanzar la reconciliación siria. Es muy importante lograr el cese inmediato de la violencia, sea cual sea su procedencia, y el comienzo de un diálogo nacional sin condiciones previas, sin intervención extranjera y con respeto a la soberanía del país. Esto creará una base para que las medidas propuestas por el gobierno sirio realmente se cumplan. Lo principal es no permitir que se desate una guerra civil a gran escala. La diplomacia rusa ha trabajado y seguirá trabajando en esta dirección”, escribió.
“Respecto a esto y considerando la dura reacción, casi al borde de la histeria, ante el veto ruso-chino, quisiera advertir a nuestros colegas occidentales contra la tentación de usar un esquema ya probado anteriormente: si hay una aprobación del Consejo de Seguridad para una u otra acción, bien; si no, crearemos una coalición con los estados interesados. Y atacaremos”, resumió Putin.