La escalada de tensión sobre las islas Malvinas, territorio en disputa entre Reino Unido y Argentina, va en aumento después de que el gobierno británico haya pedido explicaciones sobre el posible cese de las importaciones argentinas de productos ingleses, calificándolo de “contraproducente”.
Algunos expertos advierten que Londres no contribuye a mejorar las relaciones con Buenos Aires, a pesar de lo que la tensión podría rebajarse por medio de negociaciones.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Reino Unido llamó este miércoles al encargado de negocios de Argentina para pedirle explicaciones después de que el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner propusiera a unas 20 empresas nacionales y multinacionales no comprar mercancías a Reino Unido.
A renglón seguido Inglaterra urgió a la Unión Europea a expresar su "inquietud" y calificó la medida argentina de "contraproducente", agregando que deriva de “una mala interpretación” de la resolución británica en torno a las Malvinas.
Mientras tanto, las autoridades argentinas justificaron el paso como necesario para resolver el desequilibrio comercial entre ambos países, surgido a raíz del aumento del 40% de las importaciones desde Reino Unido, lo que -esgrime Buenos Aires- rompe el superávit de la economía argentina.
El país latinoamericano trata de mantener el equilibrio comercial “con todos los países y no sólo con Inglaterra”, sostiene el presidente de la Fundación de Investigaciones Sociales y Políticas, Julio César Gambina. El experto explica que la noticia llama la atención únicamente porque llega en vísperas del 30 aniversario de la guerra de las Malvinas que enfrentó a Argentina y Gran Bretaña por el control del archipiélago.
Según Gambina, en el ámbito del conflicto diplomático, Londres “no ayuda a rebajar la tensión", ya que no se muestra favorable a entablar un diálogo con Argentina y desprecia el hecho que muchas naciones latinoamericanas se solidarizaron con la postura argentina en relación a la soberanía de las islas Malvinas.
Argentina, por su parte, pide abordar el conflicto desde una perspectiva internacional. En este sentido, la Cancillería del país latinoamericano propuso que sea “la UE junto con la Unasur (Unión de Naciones Suramericanas)” quienes “analicen la Cuestión de las Malvinas e inviten a las partes a reiniciar las negociaciones convocadas por la Asamblea General de las Naciones Unidas”, según reza el comunicado del ministerio.
Buenos Aires también recordó que, Londres “ignora” la vía del diálogo en el marco de la ONU, mostrando de esa manera su “desprecio” por el “máximo órgano para la resolución pacífica de los conflictos entre naciones”.