El anticastrismo de la CIA se disfraza de ONG en Uruguay y Argentina

La CIA podría realizar políticas anticubanas usando como fachada a Organizaciones No Gubernamentales de Uruguay y Argentina, según denuncia la prensa argentina. Los expertos creen que estas posibles operaciones de la inteligencia estadounidense tienen como objetivo desestabilizar la situación pol

La CIA podría realizar políticas anticubanas usando como fachada a Organizaciones No Gubernamentales de Uruguay y Argentina, según denuncia la prensa argentina. Los expertos creen que estas posibles operaciones de la inteligencia estadounidense tienen como objetivo desestabilizar la situación política en la región y, en definitiva,  enfrentar aa las naciones hispanas, haciéndolas más vulnerables a la influencia desde Washington.

Se trata del llamado Centro para la Apertura y el Desarrollo de América Latina (CADAL), una “fundación privada” que “apoya los principios de la democracia liberal” en el mundo latino.

En realidad, la organización, que tiene su sede en Buenos Aires y cuenta con una representación en Uruguay, realiza severas críticas contra las autoridades de Cuba, Venezuela, Bolivia, Ecuador y Argentina, según revela una investigación del periódico argentino 'Página 12'.

Esta entidad “sin ánimo de lucro” que omite los datos sobre sus orígenes y tiene fuentes de financiación sospechosas, sostiene que las mencionadas naciones del ALBA experimentan “una ausencia de las libertades más básicas” y que “Latinoamérica atraviesa por una etapa crítica en su desarrollo”.

Fuentes del diario informan que la organización recibe financiación encubierta de sucursales de la CIA para América Latina, en concreto de las fundaciones Atlas, Usaid y la Fundación Panamericana para el Desarrollo entre otras.

El objetivo principal de estas actividades sería “dañar la imagen” de las naciones más progresistas de la región, estima en declaraciones a RT Juan José Gutiérrez, miembro de la organización 'Vamos Unidos USA'. El experto traza un paralelismo con el pasado de muchos estados latinoamericanos, donde en el pasado gobernaron “dictaduras militares”, la mayoría de las cuales –explica- “llegaron al poder mediante golpes de estado en contra de los gobiernos civiles” con el apoyo de Washington.

Y ahora, en contra del progresismo latino, siguiendo el modelo del pasado, la inteligencia norteamericana trata de “sembrar la desconfianza” en Latinoamérica y de “dividir a fin de cuentas” a los países hispanos