Intervención de la OTAN en Siria: ¿a quién hay que creerle?

El representante permanente de Estados Unidos ante la OTAN, Ivo Daalder, aseguró después de la sesión del consejo de relaciones exteriores en Chicago que es poco probable que el organismo tenga que realizar una operación militar en Siria. Sin embargo, esas declaraciones carecen de credibilidad si

El representante permanente de Estados Unidos ante la OTAN, Ivo Daalder, aseguró después de la sesión del consejo de relaciones exteriores en Chicago que es poco probable que el organismo tenga que realizar una operación militar en Siria. Sin embargo, esas declaraciones carecen de credibilidad si se tienen en cuenta una serie de hechos que demuestran lo contrario.

"Honestamente, dudo que nos veamos forzados a comenzar una operación militar en Siria", afirmó Daalder, al ser consultado por los periodistas sobre los criterios con que evalúa una intervención militar en otros países.

Esta opinión contrasta con la de varios analistas, como Nagham Salman, experta en asuntos de Medio Oriente y bloguera de RT, quien sugiere que "el objetivo a corto plazo es debilitar al país para llevar a cabo una intervención externa a mediano plazo, posiblemente a inicios de primavera, cuando según todos los indicios se lanzaría un ataque coordinado contra Siria e Irán. Y ello sería una catástrofe para toda la región". (Lea el blog completo aquí).

Otras declaraciones, como la emitida por la alianza opositora conocida como Consejo Nacional Sirio, también dan a entender la posible intención de la OTAN de propiciar una intervención armada organizada desde otros países. El CNS anunció la creación de un comité militar, destinado a controlar las acciones de las agrupaciones antigubernamentales en Siria y lo más probable es que tenga su sede en Turquía, según informó este miércoles desde París el jefe del CNS Burhan Ghalioun.

La OTAN no prevé "vientos de cambio"

El representante de EE. UU. ante la OTAN también se refirió al papel que jugará en adelante la Alianza en Afganistán, sobre lo cual dio a entender que la política de acción en ese país no variará, a pesar del reciente escándalo generado por la quema de varios ejemplares del Corán perpetrada por militares estadounidenses.

"Condenamos lo que ha pasado en los últimos días, esto es simplemente inaceptable", dijo Daalder. "Pero no podemos permitir que incidentes aislados, aunque sean trágicos, determinen nuestra política", añadió. "Creemos que llevamos el curso correcto y lo mantendremos hasta el final", aseguró.

El escándalo estalló el pasado 20 de febrero, cuando en la base de Bagram decenas de libros sagrados confiscados en una cárcel cercana, fueron quemados. Según la versión del Pentágono, los presos usaron los textos para pasarse notas.

Como resultado, se han hecho más frecuentes los casos de ataques de soldados afganos a militares de la OTAN, razón por la que muchos miembros de la alianza retiraron sus consejeros militares de Kabul.

Los últimos acontecimientos ponen en tela de juicio el retiro total del contingente militar de la OTAN en Afganistán para el 2014, especialmente, si se toma en consideración que EE. UU. planea mantener allí a consejeros militares para entrenar a los soldados afganos.