Los ministros de Defensa y Relaciones Exteriores sudamericanos se reunirán para tratar el tema de las bases militares estadounidenses en Colombia y su tensión con Venezuela. También en Quito, donde se celebrará el encuentro, discutirán la crisis entre Perú y Chile, motivada por un escándalo de espionaje. No está claro que se obtengan resultados relevantes, ya que antes del comienzo de la reunión, los representantes colombianos anunciaron que a la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur) asistirá sólo una delegación técnica, sin ministros. Es la tercera cumbre dedicada al problema de las bases de EE.UU. en territorio colombiano.
"Existe una preocupación del conjunto de Unasur en el sentido de que aquello pudiera servir para actividades extraterritoriales que vulneren la seguridad y soberanía de terceros países", subrayó el ministro ecuatoriano de Seguridad, Miguel Carvajal.
Bogotá sólo ofreció "garantías formales a los países de la región de que no afectará a la soberanía de terceros Estados". "La actitud y reciente escalada de agravios que ha recibido el gobierno colombiano y el pueblo de Colombia no permiten prever que las discusiones que se lleven a cabo en la reunión (...) se desarrollen en un tono de respeto, objetividad y equilibrio temático", afirmó la cancillería colombiana.
La tensión entre Colombia y Venezuela empezó cuando Bogotá firmó con Washington un acuerdo, que permite el uso de siete bases del país suramericano a las tropas de EE. UU. El presidente Hugo Chávez llamó a los militares y al pueblo venezolano a "prepararse para la guerra". Por su parte su homólogo Álvaro Uribe puso al Ejército en máxima alerta. Ya fueron asesinados por desconocidos en la frontera entre ambos países ocho colombianos y dos militares venezolanos. Los representantes venezolanos afirman que presentarán pruebas sobre el fondo del acuerdo militar: el gobierno asegura, que este documento demuestra la preparación de una plataforma de ataque a su país por parte de Estados Unidos (supuestamente las autoridades venezolanas insisten en que el golpe de Estado de 2002 también se preparó desde Washington).
El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, en vísperas de la cumbre envió una carta a sus colegas en la que manifiesta su preocupación por las tensiones entre Colombia y Venezuela y entre Perú y Chile, subrayando que el problema con las bases es "real". Chile propone organizar una fuerza común de defensa sudamericana, apoyando un 'Protocolo de paz y seguridad', elaborado por Perú.
Los ministros también estudiarán el caso de un militar peruano que supuestamente espió para Chile, aunque Chile considera este problema como un asunto totalmente bilateral.