El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha advertido a la comunidad internacional que Teherán podría preparar una “trampa”, simulando su interés por reanudar las negociaciones sólo con el fin de ganar tempo para desarrollar sus armas nucleares.
“En este momento Irán se siente bajo la presión de las sanciones económicas, y podría tratar de evadirse de ella entrando en negociaciones” sobre su polémico programa nuclear, sugirió Netanyahu durante su visita a Canadá.
El primer ministro de Israel agregó que “la comunidad internacional no tiene que caer en esta trampa” de Irán y exigió a Teherán que desmantele todas sus plantas de enriquecimiento de uranio, incluido el centro subterráneo de Qom. De esta forma, el premier israelí rechazo una vez más las declaraciones y gestos de Irán, que subraya el carácter puramente pacífico de sus investigaciones en materia nuclear, destinadas según las autoridades, al abastecimiento energético de su pueblo.
Además, el líder del Estado hebreo añadió que su país tiene derecho a defenderse de Irán, refiriéndose a los escenarios cada vez más reales que Tel Aviv pueda golpear los sitios nucleares de la república islámica sin contar con EE. UU.
Visito, aclaro... ¿ataco?
La próxima estación del primer ministro israelí en América será Estados Unidos, donde el lunes se reunirá con el mandatario estadounidense, Barack Obama. Se espera que Obama trate de disuadir a Netanyahu para que no lleve a término sus planes de injerencia militar contra Teherán en los meses venideros.
Mientras tanto, el líder israelí, respaldado por el influyente ‘lobby’ hebreo de EE. UU., intentará aclarar la posición de Washington para el caso de que se produzca una guerra u operación militar contra Teherán.
En este sentido Obama sigue sin definir su postura definitiva. La Casa Blanca recalca que “todas las opciones están sobre la mesa”. Sin embargo, este viernes el mandatario norteamericano dijo en una entrevista a 'The Atlantic' que “el componente militar” se encuentra entre las opciones, lo que hasta la fecha es su única referencia clara a un posible ataque. Otra señal de la tentación militar estadounidense fue la reciente petición del Senado a Obama formulada un importante grupo de legisladores que dan su respaldo al presidente si finalmente decide invadir Teherán.