Murieron civiles como resultado de los bombardeos de la OTAN en Libia, aclaró el informe preparado por la comisión de la ONU sobre los crímenes de guerra y las violaciones de los derechos humanos en ese país. Según el documento, cuyo contenido ha sido divulgado por AFP, murieron 60 personas y 55 resultaron heridas.
Los países de Occidente han negado durante mucho tiempo que hubiera víctimas entre los civiles, pese a las repetidas indicaciones de Rusia de que era imprescindible llevar a cabo una investigación minuciosa de la operación militar de la Alianza.
Al mismo tiempo, el informe concluye que los bombardeos en general han sido muy precisos "con la intención de evitar víctimas entre la población civil".
La Comisión también señala que los adversarios del régimen de Muammar Gaddafi cometieron múltiples crímenes de guerra durante el conflicto y que ahora continúan las represiones contra las minorías y los supuestos aliados del ex líder del país.
En febrero de 2011 se iniciaron en Libia unas manifestaciones masivas contra el régimen de Gaddafi que fueron aplastadas por la fuerza. Esta violencia se convirtió con el tiempo en una guerra civil en la que las tropas de los rebeldes recibieron apoyo de los aviones de la OTAN.
La Alianza actuó en base a la resolución del Consejo de Seguridad sobre el establecimiento de una zona de exclusión aérea en el territorio libio pero, además, empezó bombardeos de apoyo a los opositores que violaban el mandato del Consejo, algo que repeditamente apuntaba Rusia.
Tras la finalización de la guerra Moscú insistió en una investigación detallada de las acciones de la OTAN en Libia y en datos sobre las víctimas no militares; sin embargo, la Alianza seguía reiterando que sus ataques no afectaron a la población civil.