Rusia: disenso en las filas de la oposición, ¿revolución o reformas pacíficas?

Los activistas contrarios al actual sistema político de Rusia se han dividido en dos vertientes. Mientras unos abogan por una escalada de la tensión en las calles, otros proponen crear un sólido partido opositor.

Unos videos sobre infracciones en las elecciones presidenciales fueron publicados en la red en el mes de febrero, varios días antes incluso de los propios sufragios. Algunos de los que ganaron popularidad entre los disconformes con las autoridades, como por ejemplo el abogado y bloguero Alexéi Navalny, llevan desde diciembre del año pasado convenciendo al electorado de que estos comicios no iban a ser justos: "Putin no va a llegar a la Presidencia de una manera legal. Lo que ocurrirá el 4 de marzo será un acto ilegal de sucesión al trono".

Navalni es un activista con ideas nacionalistas que apareció en la vida política del país como un bloguero que luchaba contra la corrupción. Meses antes de la votación, pretendió crear una atmósfera tensa entre los manifestantes. Sin embargo, los especialistas no creen que Rusia sea una tierra fértil para este tipo de propaganda. "No hay mucha gente que quiera una revolución. Nunca la ha habido. Pero siempre son muchos los que quieren cambios. Ahora casi todos se han dado cuenta de que la situación puede cambiar", opina el periodista Maxim Shevchenko.

Protestas como forma de expresar la preocupación por el país

Desde las supuestas irregularidades en los comicios parlamentarios que tuvieron lugar el pasado diciembre, las protestas se han convertido en una manera común de levantar la voz a favor o en contra del poder actual.

"Sales a la calle porque ves que algo está pasando y si te importa tu país, como es mi caso, deberías hacerlo, porque si no, luego te avergonzarás de ti mismo por no haberlo hecho", explica la periodista independiente de 25 años Alexandra. Esta joven ve su futuro en Rusia y como muchos amigos suyos quiere cambios. Dudaba de que alguno de los candidatos que se presentaron a la Presidencia pudiera darle lo que quería. Destaca que ahora la oposición tiene seis años para crear una opción adecuada, con algún líder válido para la gente que quiere tener una alternativa.

"Yo estoy a favor de la escalada"

Pero hay personalidades de las nuevas fuerzas políticas rusas que ven una oportunidad en las masivas manifestaciones populares, acaben como acaben. "Quieren llamarlo Tahrir o Maidan o escalada, da igual. Yo estoy a favor de la escalada", afirma Alexéi Navalny.

Esta opción es inaceptable para jóvenes como Alexandra, que tienen claro que el objetivo de su lucha es una reforma gradual: "En este momento no creo que nuestro país necesite una revolución de bombas y fuego, este no es un Siglo para ese tipo de cambios y nuestro país no está en una situación así. Yo creo que la evolución es la manera correcta".

Y puede que estos comicios sean precisamente el punto de partida que permita encontrar no solo una mayor compresión entre las autoridades y los ciudadanos, sino también unir las opiniones políticas de la población para marcar el rumbo a un progreso común y sin emociones exacerbadas.