El objetivo de Rusia en las negociaciones sobre la nueva resolución sobre Siria es que el texto final contenga “exigencias iguales a las dos partes del conflicto para que den pasos prácticos para el cese de la violencia”, según declaró el viceministro ruso de Exteriores, Guennadi Gatílov. Por eso Moscú “no apoyará ninguna resolución sobre Siria que contenga alusiones a una intervención militar contra el país árabe”, anunció el vicecanciller a través de su cuenta de Twitter.
Las declaraciones de Gatílov se refieren al proyecto que se votará, según lo planeado, el próximo 12 de marzo durante la reunión ministerial en el Consejo de Seguridad de la ONU.
Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, viaja a El Cairo para reunirse con el enviado especial de la ONU y la Liga Árabe, Kofi Annan, para tratar el tema de la crisis. Recientemente, la oposición siria rechazó la propuesta de Annan de negociar con el Gobierno del presidente Bashar al Assad.
Rusia y China rechazaron en el Consejo de Seguridad todas las resoluciones que aluden a una posible intervención extranjera y exigen la renuncia de Al Asad.
El primer ministro ruso, Vladímir Putin, ganador de las recientes elecciones presidenciales, confirmó que Moscú continuará su política de no intervención militar. "El veto no es un capricho", sino una medida necesaria para evitar un conflicto armado internacional, según Putin.
El conflicto interno sirio se inició hace un año. Las autoridades afirman que los grupos opositores están financiados desde el exterior y que sus ataques acabaron con la vida de más de 2.000 militares y miembros de los servicios de seguridad de Siria. Los disidentes, por su parte, sostienen que el Ejército de Al Assad está masacrando a la población civil.