En lugar de alzarse en armas para luchar contra los ataques a la población civil que se producen en las Colinas de Hebrón y en la Autonomía Palestina, los habitantes locales encontraron una nueva arma: las cámaras.
Esta idea, respaldada y generada desde los colectivos activistas que luchan por los derechos humanos, permite que la comunidad internacional pueda descubrir lo que realmente sucede en esta conflictiva zona.
“Cuando los colonos ven las cámaras no se comportan como lo hacen normalmente. La cámara no los ha detenido, pero sí cambió su forma de atacar. Ahora lo hacen casi siempre de noche, cuando es imposible grabarlos o simplemente nos registran en busca de alguna cámara”, cuenta Nasser A-Nawajah, un ciudadano palestino que fue víctima directa de la brutalidad de los soldados israelíes.
Un militar hebreo lo arrojó al suelo y lo empezó a golpear, pero gracias a su cámara y a su amigo (que la pudo encender a tiempo), Nasser posee ahora pruebas de lo sucedido.
"Los extremistas pueden actuar con impunidad"
Los ataques de los colonos extremistas son un gran problema para los activistas de los derechos humanos israelíes, que también hacen responsable por estas situaciones de abuso al Gobierno israelí.
La portavoz del centro israelí de derechos humanos, Sarit Michaeli, opina que la razón más importante de estos ataques contra los palestinos y sus propiedades es la falta de voluntad por parte de las autoridades israelíes de hacer cumplir la ley, lo que envía un claro mensaje a los colonos violentos. "Pueden actuar con impunidad y no tendrán que responsabilizarse por sus acciones", explica Michaeli.
Se trata sin duda, de un hostigamiento constante en el que la política de crear asentamientos de colonos judíos es una de las partes.
Los colonos judíos prenden fuego a las mezquitas, dejan pintadas en las murallas e incluso disparan a la gente del lugar. Según el ministro de la Autoridad Palestina Maher Ghoneim, el objetivo principal de los atacantes israelíes "es tomar el control de toda la tierra y expulsar a los palestinos”.
Las pruebas de la violencia en tierras palestinas quedan grabadas cada vez en más dispositivos de vídeo y los activistas de los derechos humanos no dejan de acompañarlas con sus denuncias.
En medio de estos enfrentamientos, el desarrollo del problema solo parece ir en dos posibles direcciones: o el primer ministro israelí cumple con su promesa de frenar ola de extremismo en la zona o el pueblo palestino seguirá sufriendo un sinfín de vejaciones y agresiones.