Un empresario australiano y un joven rumano lograron realizar un sueño que tenían en común: lanzaron al espacio una nave construida con piezas de Lego. La mini nave imitaba la forma de un transbordador espacial en homenaje al programa Shuttle, que recientemente canceló el Gobierno estadounidense.
Steven Sammartino y Raul Oaida construyeron juntos un modelo de 180 piezas de Lego, unidas con un pegamento especial para que la aeronave no se descompusiese bajo la presión atmosférica y las duras condiciones meteorológicas en altura.
La nave, un gigantesco globo de helio, una cámara y un navegador GPS fueron lanzados desde un campo en Lauda-Königshofen, Alemania. Después de pasar seis horas en el espacio y ascender a una altura de 35 kilómetros, la nave aterrizó a una distancia de unos 240 kilómetros del punto de lanzamiento. Tras visualizar el video grabado por la cámara, los 'ingenieros aficionados' quedaron asombrados: “¡No podíamos creer que realmente llegara hasta allí arriba!”