Еl presidente de Venezuela, Hugo Chávez, afirmó que en un futuro próximo bombardeará las nubes con el fin de resolver el problema del cambio climático y generar lluvias para acabar con el problema de la sequía en Venezuela. “Estamos bombardeando nubes”, dijo Chávez durante un discurso televisado.
El mandatario anunció que atacará el cielo con ayuda de la tecnología que recibió de sus queridos amigos, el ex presidente y el presidente actual de Cuba, los "camaradas" Fidel y Raúl Castro. “Nube que se me atraviese, le lanzo un rayo. Esta noche salgo a bombardear. Tenemos unos aviones por allí y unos equipos que nos mandaron Fidel y Raúl”.
La severa sequía ha llevado a los embalses de Venezuela a alcanzar sus niveles más bajos de las últimas décadas y la falta de agua en las represas hidroeléctricas amenaza con incrementar los cortes de electricidad.
El presidente afirmó que el problema de la sequía no es sólo de Venezuela. “En Ecuador hay una emergencia por la misma causa, en Bolivia, en Brasil", subrayó y dijo que el problema es parte del cambio climático global, que lleva a que ahora "deje de llover por periodos largos y de repente se venga un diluvio y se producen inundaciones”.
El método conocido como “bombardeo”, consiste en usar aviones que arrojan yoduro de plata u otros agentes químicos en la parte inferior de las nubes para provocar reacciones que favorecen la condensación. Es una técnica controvertida y los críticos dudan de su eficacia bajo muchas circunstancias. Pero por otra parte, está considerado como una opción viable en algunas zonas. Países como China, Australia y EE.UU. han intentado provocar lluvias por medios artificiales.
Chávez no dijo qué método usará Venezuela, pero subrayó que se actuaría sobre el río Orinoco y Caroni, cerca de la planta hidroeléctrica de Guri, la más grande del país.
Métodos parecidos utiliza el alcalde de Moscú, Yurri Luzhkov, aunque sus preocupaciones son diferentes a las de Chávez. El máximo representante de la capital rusa, por el contrario, quiere bombardear las nubes que descargan nieve, con el objetivo de desplazarlas a los alrededores de Moscú y no dejar que las precipitaciones caigan sobre las calles de la ciudad.
Sin embargo, el gobernador de la región de Moscú, Boris Gromov, está en contra de los planes del alcalde de la capital. Gromov dijo que el “bombardeo” de nubes provocaría precipitaciones de nieve en los accesos de la región, lo que sería un problema serio para el gobierno regional.