Segundo atentado en los ferrocarriles de Rusia en menos de 72 horas
Una segunda bomba estalló en las vías ferroviarias de Rusia en menos de 72 horas. Esta vez la explosión tuvo lugar en el tramo del ferrocarril Moscú–Bakú, en la república norcaucásica de Daguestán, poco antes de pasar el tren. Afortunadamente no se registraron víctimas fatales, según informaron representantes de la empresa Ferrocarriles de Rusia (FR).
El viernes pasado ocurrió una explosión en un tren rápido que circulaba entre Moscú y San Petersburgo. El tren, llamado “Nevski Express”, había recorrido cerca de medio camino cuando una detonación hizo descarrilar sus tres últimos vagones, dejando 26 muertos y cerca de 100 heridos.
La mayoría de los observadores rusos, comentando aquella tragedia, coinciden en que es un nuevo desafío terrorista a la sociedad, dirigido por personas que intentan sembrar el pánico entre la población. Las declaraciones oficiales de funcionarios públicos apoyan esta versión.
Los testigos cuentan que al producirse la explosión el tren se inclinó y se detuvo, tras lo cual los pasajeros empezaron a salir de los vagones. Una vez fuera pudieron apreciar que resultaron más afectados los tres últimos vagones, que habían descarrilado, y dos de ellos se encontraban a un kilómetro y medio de los demás.
Anna Korcháguina, que iba en el coche número 4 (contando desde la cola del tren), recuerda que en los primeros momentos del accidente no cundió el pánico: “La gente de los vagones que no fueron afectados acarreaba ropa para abrigar a las víctimas, todos intentaban ayudarse. Los socorristas llegaron sólo una hora y media después”.
Otro testigo, Igor, dice que sintió al tren dar unos empujones y detenerse. Nadie dio explicación alguna y por eso los pasajeros comenzaron a salir a las vías. “Había cuerpos y partes metálicas del tren por todos lados. La gente empezó a ayudar a los afectados por su cuenta ya que la ayuda profesional llegó más tarde”.
Dos vagones fueron arrastrados por la onda expansiva justo al lado de la casa de la jubilada Elena Gólubeva, donde, afortunadamente, no causaron daño a la vivienda ni a su dueña. La anciana cuenta que primero pensó que explotaba su propio hogar; luego vio a algunas personas acercarse, ensangrentadas, pidiendo ayuda. En total alojó en su cuarto a ocho heridos. Sin embargo, la gente continuaba llegando y les entregó sus abrigos y mantos. “Luego pidieron leña, y se la entregué también”, cuenta Elena.
Sin embargo, hay historias de salvación milagrosa como la de los encargados de los vagones Marina Smirnova, Irina Savélieva, Andréi Kozyrenko, Natalia Kovchuga y Mojabat Gadzhíev. Ellos por segunda vez se vieron envueltos en un atentado y lograron salvarse nuevamente.
Hace poco más de dos años, el 13 de agosto de 2007, el tren “Nevski Express” fue volado por primera vez, dejando a 59 heridos, pero sin causar víctimas fatales. Aquella vez la explosión tuvo lugar no muy lejos del lugar actual.
Por orden del presidente ruso Medvédev, la empresa Ferrocarriles de Rusia pagará una indemnización a los afectados por el atentado. A cada familia de las víctimas también se entregará una suma considerable.
Según las declaraciones oficiales, la suma total de las indemnizaciones equivale a más de 1,2 millones de dólares.