La justicia estadounidense permitió que René González, uno de los cinco cubanos condenados por espionaje en ese país, viaje a la isla para visitar a su hermano enfermo.
Este permiso es solo por dos semanas y el camino rumbo a Cuba aún está lleno de trámites tan engorrosos que podrían anular el propio fallo judicial.
González se encuentra en Miami bajo el régimen de libertad supervisada después de 13 años en la cárcel (tres de ellos purgados antes de que se le dictara sentencia). En el 2001 fue declarado culpable de conspirar en contra de EE. UU. y operar como agente extranjero, esto a diferencia de los otros cuatro supuestos integrantes de la presunta red clandestina cubana. González recibió una pena mínima de 15 años que posteriormente fue reducida a 13 por buen comportamiento.
Desde el arresto de sus ciudadanos, La Habana ha insistido en su inocencia y ha informado que fueron enviados a Miami con el fin de prevenir posibles ataques terroristas contra la isla.
La jueza Joan Lenard determinó que el cubano podrá visitar a su hermano siempre y cuando obtenga “todos los permisos necesarios, licencias y autorizaciones del gobierno estadounidense, incluido el Departamento de Estado y el Departamento del Tesoro”. Además, deberá presentar un itinerario detallado de su viaje, con números de vuelo, rutas, localización e información de contactos.
Según la directora del Comité Nacional para la Liberación de los Cinco, Gloria la Riva, es muy probable que reciba el permiso, pues es lógico tratándose de una persona con doble ciudadanía, ya que González es estadounidense por nacimiento y cubano por descendencia.
“Espero que no sea un problema, porque con la jueza dándole el permiso creo que es la 'luz verde' para que viaje a Cuba”, dijo la Riva.
Este fallo inhabilita el que hizo la Fiscalía de Florida la semana pasada, que a pesar de reconcer el carácter humanitario de la petición, la rechazó por temor a que González pueda reunirse con agentes de los servicios especiales y funcionarios de Cuba. Dichas reuniones, según los fiscales, podrían “favorecer los intereses del gobierno cubano” después de que González regrese a Miami.