El jefe del OIEA, acusado de parcialidad pro occidental en el tema iraní
Varios ex funcionarios del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) acusaron al jefe del regulador nuclear de la ONU, Yukiya Amano, de sobreestimar la información de inteligencia no verificada y promover los intereses de Occidente en lo referente al programa nuclear iraní.
Amano asumió la presidencia del OIEA en julio de 2009. Desde entonces se han agravado los desacuerdos entre las naciones occidentales e Irán sobre el programa nuclear de la República Islámica. Asimismo se ha hecho más evidente la amenaza de un ataque armado contra Irán por parte de Israel y EE. UU.
Además los informes sobre el programa nuclear de la nación persa se han hecho más críticos. En noviembre de 2011 el OIEA presentó un documento que señalaba que Irán había desarrollado actividades nucleares de carácter bélico hasta el año 2003.
Dicho informe provocó un incremento de la tensión entre la República Islámica, que asegura que su programa nuclear tiene fines puramente pacíficos, y Occidente, que sospecha que Teherán está intentando crear una bomba atómica. Asimismo se establecieron una serie de sanciones económicas contra Irán, entre ellas el embargo a las importaciones del petróleo iraní, que entrará en vigor en junio de este año.
A los informes del OIEA sobre Irán les falta una base sólida
Varios ex funcionarios del regulador nuclear de la ONU opinan que el OIEA establece conclusiones basadas en fuentes que no son fiables y en datos que requieren ser verificados minuciosamente.
Así, Robert Kelley, especialista norteamericano en armas que formó parte de la delegación del OIEA en Irak durante la invasión de EE. UU., señaló al diario británico The Guardian que ve similitudes alarmantes entre los errores de Occidente sobre la presunta existencia de armas de destrucción masiva en Irak, que originó la guerra en 2003, y la valoración del programa nuclear iraní por el OIEA. La existencia de este armamento nunca se demostró, mientras que la invasión ocasionó cientos de miles de muertos, la mayoría de ellos, civiles.
“¿Qué hemos aprendido desde entonces? Absolutamente nada”, dice Kelley. “Amano confía en la opinión de un pequeño grupo de personas y está opinión no está verificada”, afirmó.
A su vez, Hans Blix, ex director general del OIEA, también mostró su preocupación por la credibilidad del regulador nuclear de la ONU. “Hay una diferencia entre la información y la evidencia. Si el OIEA se considera un organismo responsable, debe asegurarse de que hace preguntas y no saca conclusiones a base de datos que no han sido verificados”, opinó Blix.
De hecho, el informe sobre el programa nuclear iraní que el OIEA presentó en noviembre pasado provocó una gran polémica. Rusia señaló que el documento socava los esfuerzos de la comunidad internacional de regular la situación en torno al programa nuclear iraní. Moscú afirmó que los autores del informe hicieron “malabarismos con la información con el fin de formular la impresión de una supuesta presencia del componente militar en Irán” y que “es difícil considerar este enfoque profesional y no preconcebido”.
Por su parte, el presidente de la República Islámica, Mahmud Ahmadineyad, declaró que Yukiya Amano viola las normas del OIEA y de la ONU al "cumplir con lo que le dicta Washington".