Murió “el Borges serbio”
Murió el 30 de noviembre de este año “el escritor más famoso de la nación mas odiada”, como se consideraba a sí mismo Milorad Pavic. Para él, el nuevo milenio empezó en 1999 “(tres “seis” vueltos) con el tercer bombardeo en mi vida, cuando las aviones de la OTAN empezaron a lanzar las bombas a Belgrado, Serbia. Desde aquel momento el Danubio —el río, donde vivo— dejó de ser navegable”.
Pavic preparó a sus lectores para este nuevo milenio con sus obras “no lineales” que se pueden leer de diferentes modos: como un crucigrama o un manual de Tarot. Desde su primer novela “Diccionario jázaro”, una obra interactiva que utiliza hiper-texto, abrió una nueva era en la literatura llamada por los críticos “literatura no lineal”. Sus novelas tienen la forma de una clepsidra (reloj de agua) o guía astrológica: Pavic permite al lector elegir por sí mismo el futuro que le involucra en su juego y le deja allí a solas con su elección.
Pero la ruta del lector está apoyada por los mitos creados y renacidos por Pavic para que el futuro, si el lector cree en esta existencia, no le parezca tan raro. Pavic en sus obras transmite soplos de cómo, por ejemplo, encontrar la Verdad, citando un parábola antigua que se usaba con objetivos teológicos. Si se necesita encontrar la respuesta a una pregunta, resolver una situación o entender el quid de un asunto, hay que traducir esta pregunta a trece “lenguas de cocina”. Estas lenguas son las que fueron entregadas a la gente en Babilonia y con las que empezaron a enemistarse, perdiendo en este proceso a la Verdad. Entonces, esta Verdad se encuentra en la diferencia existente en las traducciones; entre los diferentes sentidos se esconde la Verdad.
Algunos críticos destacan que esta literatura no lineal es muy adecuada para la época del postmodernismo, tiempo en donde las nuevas generaciones poseen una conciencia de “mosaico”. Estas personas, ya sea por la elevada velocidad de su vida o el brusco aumento del caudal de información, perciben en fragmentos su pasado, presente y futuro, la cultura misma y la vida, y cada hecho en sí está justificado por su propia lógica. Esta lógica no es conveniente para todo tipo de situación, en contradicción con las reglas religiosas que servían para cohesionar a las civilizaciones. Cada uno tiene su propia concepción del mundo basándose en el conocimiento de diferentes lenguas del mundo, el “pueblo global”. Podría ser que éste es el camino a la Verdad.
Pero los libros de Pavic lo leen tanto las nuevas generaciones como aquellas que poseen un modo de reflexionar tradicional; antes no se sabía que se pudiera escribir literatura no lineal. Ellos no sabían, y de pronto se encontraron con que se puede leerla y experimentar el placer que entrega, por que Pavic hace creer en los sueños para el cuerpo y para el alma, hace escuchar las canciones antiguas y saborear los platos de antiguos monasterios, hace creer que el alma de una persona es una ventana…“en aquella ventana se cortaban el tiempo y la eternidad. El tiempo es domar la eternidad salvaje, detenerla unos instantes, para que pueda aparecer la vida…”
El mismo creía que todos los caminos recorridos de cada persona, desde la altura del vuelo de un pájaro, se verían como un dibujo mágico. Este dibujo, uniendo todas las rutas de su vida, es como otro retrato diferente de cada persona, o la imagen de una palabra en una lengua especial.
Si se hechara un vistazo al dibujo formado por el camino de la vida de Pavic, apreciaríamos que éste formaría la palabra "amor”. Aunque él mismo decía que “en mis libros encontraba el amor más frecuentemente que en la vida…. No tengo biografía. Hay solo bibliografía”.
Su último libro, “Lunar. Tres novelas cortas no lineales sobre el amor”, es un manual de cómo escribir mensajes de amor.
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Milorad Pavic nació el 15 octubre de 1929 en Belgrado, Yugoslavia. Escritor, poeta, historiador literario, traductor, autor de monografías sobre la historia de la literatura de Serbia entre los siglos XVII–XIX, especialista del barroco serbio y de la poesía del simbolismo. Murió el 30 de noviembre de 2009.
Fue nominado por especialistas de Europa, EE. UU., Israel y Brasil para el Premio Nobel de Literatura. Aunque no consiguió esta distinción se encuentra en la distinguida lista de los “no laureados” que encabezan Emile Zola y León Tolstoi.
La fama llegó a Pavic con la publicación de la obra “Diccionario jázaro”, que fue traducido a 20 lenguas y le significó muchos premios.
En general los libros de Pavic están traducidos en 30 lenguas. En español, según Wikipedia, se han editado sus cinco novelas y un libro de relatos:
- Diccionario jázaro. Anagrama, 1989
- Paisaje pintado con té. Anagrama, 1991
- La cara interna del viento, Espasa Calpe, 1993
- El último amor en Constantinopla, Akal, 2000
- Siete pecados capitales, Sexto Piso, 2003
- Pieza única, Sexto Piso, 2007
Monumento a Milorad Pavic.
Bronce y granito, 1.8 m.
Fue creado para el 80° cumpleaños del escritor e instalado en 2009 en el patio de la Biblioteca de Literatura Extranjera en Moscú. Pavic es muy conocido en Rusia y su fama llega casi a la idolatría. Casi todos sus libros están traducidos al ruso.
con su mujer Iasmina Mijailovich, la escritora y crítica