ONG de EE. UU. en Bolivia: explotación del medioambiente bajo la máscara de la protección

En los últimos 15 años en la Amazonía boliviana las ONG, financiadas desde EE. UU., beneficiaron a empresas transnacionales interesadas en la extracción de recursos bajo el pretexto de medioambientalismo. Así lo dijo el ministro de la Presidencia boliviana, Juan Ramón Quintana.

En los últimos 15 años en la Amazonía boliviana las ONG, financiadas desde EE. UU., beneficiaron a empresas transnacionales interesadas en la extracción de recursos bajo el pretexto de medioambientalismo. Así lo dijo el ministro de la Presidencia boliviana, Juan Ramón Quintana.

Los expertos agregan que algunas organizaciones estadounidenses desempeñan el mismo papel no solo en Bolivia, sino en otros países latinoamericanos, dañando su naturaleza y aprovechándose de sus habitantes.

Política de conservación ambiental se igualó con la política imperial

Quintana apuntó que en la región amazónica se estableció una política de conservación promovida por la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) y varias organizaciones no gubernamentales, conectadas con este organismo.

El funcionario precisó que bajo el lema de la preservación del medioambiente se ha instaurado una estructura en la que "impera una política ambiental de corte imperial, que hace que las ONG sean los eslabones de la economía de las grandes empresas transnacionales".

Tales organizaciones, según Quintana, dominan políticamente a los indígenas junto con las instituciones sociales de la región. Mientras tanto, reciben su financiación de compañías transnacionales como American Energy y British Petroleum, interesadas en la exploración y exportaciones de crudo y gas natural.

Además, el funcionario dijo que un 90% de las ONG recibe dinero de la USAID, una agencia que proviene del país cuya línea medioambiental convive con masivas emisiones de gases tóxicos y una alta producción de armas de destrucción masiva.

El ministro exhortó a "desenmascarar la supuesta filosofía filantrópica" y alertó que "algunas ONG desarrollan una estructura de protección de ciertos territorios para un saqueo posterior" de recursos, tanto en Bolivia como en el resto de América Latina.

Quintana dio un ejemplo de tales proyectos estructurales, refiriéndose a la construcción de una polémica autopista a través del Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (Tipnis).

En 2011, la Confederación de Pueblos Indígenas de Bolivia emprendió una multitudinaria marcha hacia La Paz en protesta por la carretera, logrando promulgar la ley que estableció la intangibilidad de la reserva. Sin embargo, en enero los indígenas habitantes del parque, nucleados en el Consejo Nacional del Sur, hicieron otra marcha hacia la capital para exigir la construcción de la carretera, ya que la iniciativa crearía muchos puestos de trabajo y estimularía la economía de la región.

Recursos valen más que medio ambiente

Al mismo tiempo con la conservación de regiones, Washington y sus brazos, las ONG, "promovió durante mucho tiempo proyectos energéticos siempre pensando en el beneficio de EE. UU.", le dijo a RT Boris Miranda, periodista de Página 7.

"Es lo que siempre le interesaba, aprovechar, por ejemplo, los recursos hidrocarburíferos de Bolivia y también le interesaba explotar la madera que existe en los bosques de Bolivia y han tenido poco cuidado con el medio ambiente", afirmó.

Además, Miranda recordó que Chile también sufrido daños provocados por el interés industrial de EE. UU. Se trata de "las minas de cobre en el norte donde se ha dañado seriamente las reservas de agua y la salud de los pobladores", mientras las empresas estadounidenses se llevaron el 85% de las ganancias.

"El discurso de conservación está atentando contra los intereses de los habitantes de la región", sostuvo el periodista. Opinó que es recurrente que los países latinos "sean un laboratorio para 'el capitalismo verde', una política de injerencia dentro de América Latina".

El experto concluyó que con estos pretextos ambientalistas EE. UU. "está tratando manejar una agenda en la cual podría sacar los recursos naturales de Sudamérica, aprovechándose de pueblos indígenas y comunidades campesinas".