La Unión de Libertades Civiles de Nueva York presentó una demanda en la Corte neoyorquina contra la policía de la ciudad por detener injustificadamente y de manera brutal a personas dentro de sus casas, en el marco de operativos de seguridad.
Tales acciones forman parte de la operación 'Pasillos Limpios' ('Clean Halls', en inglés). Con el consentimiento de los propietarios de edificios, los agentes acceden para patrullar pasillos y escaleras, con derecho a parar y detener a todo aquel que consideren sospechoso.
Esa operación "ha puesto a miles de neoyorquinos, en su mayoría negros y latinos, bajo asedio dentro de sus propias casas", indicó la directora ejecutiva de la Unión, Donna Lieberman.
La activista añadió que "para muchos residentes, tirar la basura o chequear sus buzones de correo podría resultar en ser puestos contra la pared y ser humillados por la policía".
Por su parte, el Departamento de Policía justifica la acción en el combate a la delincuencia. El programa abarca unas 16.000 vecindades de Nueva York, incluso el barrio del Bronx donde viven muchas familias pobres y que asumió una mala fama por sus altos niveles de delincuencia.
Está bien la presencia policial, la cara contra la pared está mal
Los habitantes de los barrios no objetan la presencia de los agentes, pero dicen que están cansados de ser tratados como delincuentes y sospechosos cuando están en sus propias casas.
La demanda de los activistas exige el fin de las "detenciones ilegales" en los edificios y reclama que se indemnice a la gente afectada en las ocasiones injustificadas.