En una carta a la ONU, el representante de Siria ante las Naciones Unidas, Bashar Jaafari, declaró que el número de civiles, policías y militares muertos por los terroristas desde el principio del conflicto aumentó a 6.143 personas.
En el documento, dirigido al secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon, y al actual presidente del Consejo de Seguridad, Mark Lyall Grant, Jaafari sostiene que hasta el 15 de marzo de 2012 los grupos armados sirios mataron a 478 policías, 2.088 militares y 3.211 civiles, entre ellos 204 mujeres y 156 niños. Un centenar de personas falleció por culpa de los atentados.
Además, el diplomático sirio acentuó que en el período de conflicto que empezó en marzo de 2011, 1.500 personas fueron secuestradas, de las cuales más de 900 permanecen en paradero desconocido.
Según los datos de la ONU, en los enfrentamientos entre las fuerzas gubernamentales y los insurgentes murieron más de 9.000 personas. Esa es la información presentada ante el Consejo de Seguridad por el coordinador de la ONU para Medio Oriente, Robert Serry, que se basa en testigos, refugiados, datos de la oposición siria e informes de los medios.