La secretaria de Estado de EE. UU., Hillary Clinton, propuso a los países del Golfo Pérsico crear un sistema antimisiles regional contra la amenaza iraní. Además abordó el conflicto en Siria, evitando rechazar las propuestas árabes de suministrar armas a los insurgentes de ese país.
Los expertos creen que es la preparación para la guerra de tercera generación y un esfuerzo de asegurar la hegemonía estadounidense a escala mundial.
Durante el foro para la seguridad con los países árabes del Golfo realizada en Riad, capital saudita, Clinton dijo que "EE. UU. está dispuesto a dar pasos concretos para fortalecer la seguridad común", mediante la cooperación en "seguridad marítima y defensa antimisiles".
Los asesores de la secretaria añadieron que "la prioridad" de EE. UU. en su relación con los países del Consejo de Cooperación para los Estados Árabes del Golfo (CCEAG) es construir "una arquitectura regional antimisiles" contra, según ellos, la amenaza de los misiles balísticos de Irán, informó la agencia France Presse.
En una rueda de prensa Clinton informó también que Washington acordó con los países árabes hacer frente a los esfuerzos de Irán de bloquear las vías marítimas en el Golfo Pérsico y en el Estrecho de Ormuz, por donde pasa un 40% del tráfico petrolífero mundial.
Hegemonía a escala mundial
"Es la preparación para la guerra de tercera generación" por parte de EE. UU., que se esfuerza en "mantener su hegemonía como el país que preside el imperio del capitalismo a nivel internacional", asegura el analista político Alfredo Gutiérrez.
El experto argumenta que ahora Washington busca asegurar el consenso en Europa por el escudo antimisiles que despliega allí, pero al mismo tiempo está interesado en los recursos naturales de la región del Golfo y busca proteger a Israel de Irán. Estas son las razones para establecer tal "red de misiles" en el mundo árabe y por eso, dice Gutiérrez, Washington "no quiere que Irán desarrolle su tecnología nuclear".
EE. UU. no saca su ojo de Siria, mientras Arabia Saudita quiere armar a los insurgentes
Durante el foro, la secretaria de Estados de EE. UU. no olvidó abordar el conflicto en Siria, otra vez mostrándose en contra del régimen de Bashar al Assad. Además, Clinton inculpó a Irán de "explotar la seguridad en la región, prestando, en particular, ayuda a Al Assad en Siria".
Por su parte, el representante de los países del Golfo Pérsico, el ministro de Asuntos Exteriores saudí, el príncipe Saud al Faisal, aseguró que su estado respalda la idea de suministrar armas a los insurgentes de la oposición siria. Clinton no rechazó la idea, diciendo que se están analizando todas las situaciones posibles.
En cuanto al papel de los países árabes en el proceso de la toma de decisiones, Gutiérrez explica que "son países pequeños", cuya independencia es muy limitada. "Están fuertemente influidos por Estados Unidos" que "les impone la agenda", concluye el experto.
Washington también asegura que para ejercer más presión sobre el régimen de Al Assad, EE. UU. y sus aliados necesitan más países que los respalden. Ese será uno de los objetivos del encuentro del grupo 'Amigos de Siria', que se celebrará este domingo en Estambul, donde se discutirán las medidas para apoyar a la oposición siria.