Berlusconi rompe el aislamiento de Bielorrusia
Con la visita de un solo día,del primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, a Bielorrusia se ha roto el aislamiento en el que se encontraba sumido el país.El primer ministro italiano, expresó la esperanza de que su visita a Bielorrusia, la primera de un jefe de Gobierno occidental en los últimos 15 años, dé un nuevo impulso a las relaciones económicas entre Roma y Minsk.
Las conversaciones entre Berlusconi y el presidente bielorruso Alexander Lukashenko se centraron en temas económicos, comerciales y de cooperación en materia de inversiones.
Las partes bielorrusa e italiana firmaron en Minsk acuerdos de cooperación en el ámbito de la economía, la cultura y la veterinaria.
El Gobierno bielorruso y el grupo industrial italiano Finmeccanica SPA, una de las mayores corporaciones italianas, suscribieron un memorando de comprensión mutua en materia de transporte, energía, estudio del espacio y sistemas de seguridad.
Fue suscrito además un protocolo sobre el intercambio de cartas de ratificación en materia fiscal por ambos gobiernos. El Ministerio de Agricultura de Bielorrusia y el de Trabajo, Salud Pública y Política Social de Italia firmaron un convenio de colaboración en veterinaría.
Italia es uno de los diez principales socios comerciales de Bielorrusia, con un intercambio de 1.200 millones de dólares en 2008.
La visita de Berlusconi a la capital bielorrusa es vista como una muestra más de buena voluntad de la Unión Europea hacia éste país.
Bruselas decidió recientemente mantener congelada la aplicación de sanciones a Bielorrusia, a pesar de no haberse registrado avances en materia de derechos humanos.
La suspensión implica la no aplicación de la restricción de viajar a territorio comunitario para determinados altos cargos, entre ellos el propio Lukashenko.
La UE rompió en 2006 todo tipo de contacto con el régimen bielorruso y sólo en octubre del año pasado congeló algunas de las sanciones, entre ellas la referida a los viajes de funcionarios.
A finales de 2010 la UE revisará los castigos para levantar o prorrogar las restricciones de viaje a la luz de las actuaciones que emprenda Bielorrusia con respecto a los derechos humanos y la democracia.