Impulso histórico en la ciencia de EE.UU.
Con el fin de resolver los problemas de energía, el Gobierno de Obama impulsa la investigación en los 17 laboratorios estatales a través de un enorme programa federal. Estos laboratorios aumentarán su producción para desarrollar materiales y tecnologías del futuro.
La financiación de la Oficina de Ciencia del Departamento de Energía, que supervisa diez laboratorios nacionales y financia investigación de otros siete, en el año fiscal 2009 fue aumentada un 18%, además recibió 1.600 millones de dólares del paquete de estímulo del Gobierno, lo que facilitó la creación de unos 3.000 empleos de investigación en laboratorios supervisadas así como en las universidades, y los fondos del paquete del estímulo crearon cientos de empleos más en laboratorios públicos.
Mientras que los presupuestos de las universidades estadounidenses bajaron y las dotaciones no alcanzan, los departamentos universitarios de ciencia también podrán beneficiarse de los 18.400 millones en gasto de estímulo, si contribuyen a la misión energética federal. Los centros docentes tambien podrán recibir fondos a través de la Oficina de Ciencia del Departamento de Energía, así como de otros receptores del estímulo.
La ciencia aplicada es la que está ganando una mayor prioridad en EE.UU. Por tercera vez en la historia del país la Administración aumenta considerablemente la inversión en laboratorios que están destinados a cumplir las tareas de época, como la contribución a la constucción de la bomba atómica durante la Segunda Guerra Mundial o elproyecto deindependenciaenergéticapara Estados Unidos en los setenta.
Sin embargo, la multimillonaria iniciativa de Washingtón está sometida a la crítica. Están los que se oponen a la intervención del Estado en los sectores y dudan si se pueda llevar a cabo el funcionamiento adicional en medio del déficit del presupuesto. En los centros académicos también opinan que el costo de la investigación financiada por el Ejecutivo es demasido alto en comparación con los logros de investigaciones financiadas por universidades. Además, aunque algunos proyectos federales como por ejemplo el vuelo a la Luna, se llevaron a cabo con éxito, como afirman los científicos estadounidenses, el problema energético es mucho más difuso, con resultados difíciles de medir.
Actualmente, en los laboratorios gubernamentales se están desarrollando proyectos que próximamente producirán cambios significativos. En el laboratorio Brookhaven, en Nueva York, la construcción de una fuente de luz de alta intensidad que generará un rayo de luz 10.000 veces más brillante que alguna otra fuente de luz, facilitrá el desarrollo de la nanotecnología, la biología y la química. El Laboratorio Lawrence Berkeley, en California, estudia las fuentes de energía alternativas, computación, la efectividad de la energía y otras ramas. El proyecto más ambicioso del laboratorio Oak Ridge, de Tenessee, es la Fuente de Esplación de Neutrones, un acelerador de partículas que es una herramienta importante en la búsqueda de nuevos materiales.