Decenas de miles de egipcios han salido este viernes a la emblemática plaza Tahrir, en El Cairo, para protestar contra la participación en las elecciones presidenciales del próximo 23 y 24 de mayo de los candidatos del antiguo régimen de Hosni Mubarak.
La manifestación fue convocada por las principales organizaciones islamistas, incluyendo el movimiento Hermanos Musulmanes y su brazo político más radical, el Partido Justicia y Libertad, y también los grupos salafistas, que consideran la postulación a la Presidencia de los ex colaboradores de Mubarak como una "amenaza a la reforma democrática".
La 'milioneya', una nueva 'plaga egipcia'
Bajo los lemas 'defendamos la revolución de los funcionarios del régimen derrocado', los manifestantes protestaron en Tahrir contra el ex jefe de la Inteligencia de Mubarak, Omar Suleiman, y el ex primer ministro, Ahmed Shafiq. En la plaza dominaron también los carteles en apoyo a las candidaturas del clérigo salafista Hazem Salah Abu Ismail, y el 'hermano musulmán' Jairat el Shater, cuyas campañas electorales levantaron ya sus escenarios.
Suleiman y Shafiq están participando en la contienda electoral que comenzó el 9 de abril, lo que ha despertado una gran polémica en Egipto y movilizado en masa a los Hermanos Musulmanes y todos los islamistas y salafistas, que incluso fletaron autobuses desde otras provincias para acudir a esta 'milioneya' (manifestación del millón) de protesta en contra de los denominados 'fulul' (remanentes del antiguo régimen).
En contra de los "candidatos de los sionistas"
Muchos egipcios expresaron su rechazo al Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas que dirige el país desde la renuncia de Mubarak el 11 de febrero de 2011. Los manifestantes se reunieron en Tahrir para presionar también a la junta militar egipcia, para que ratifique la ley aprobada en la víspera por el Parlamento egipcio.
El jueves el Parlamento de Egipto, compuesto principalmente por fuerzas islámicas, aprobó una enmienda a una ley para que se suspendan por diez años los derechos políticos de los altos cargos de la era de Mubarak y, de ese modo, prohibió que antiguos colaboradores del presidente derrocado participaran en las elecciones que se celebrarán en este país el próximo mayo.
Según el texto, esta suspensión afectaría a "todo el que trabajó durante los diez años anteriores al 11 de febrero de 2011 como presidente de la República, vicepresidente o primer ministro" y, de ser aprobada a tiempo por la junta militar, impediría la llegada a la Presidencia de Suleiman y Shafiq, a los que denominaron "los candidatos de los sionistas".