Diseñados para la guerra, los aviones no tripulados o drones se usan ampliamente en el sector civil de EE. UU., pero muchos los siguen considerando como una amenaza.
Decenas de organizaciones públicas y privadas en el país están autorizadas a utilizar aviones no tripulados, lo que ha generado polémica por la amenaza a la privacidad de los estadounidenses.
Más de 50 entidades han recibido el permiso de la Administración Federal de Aviación (AFA), entre ellas varias agencias de orden público, universidades e incluso gobiernos de los estados.
La información fue publicada por la Electronic Frontier Foundation (EFF), un grupo que declara proteger las libertades civiles en la era digital y que obtuvo estos datos acogiéndose a la Ley de Libertad de Información.
La EFF asegura que esos documentos dejan más preguntas que respuestas. Por ejemplo, los modelos y la cantidad de drones que pueden permitirse para cada entidad, así como los objetivos de su uso.
El Congreso ordenó al regulador de la Aviación Civil que prepare el terreno para introducir aviones no tripulados en todo el territorio de Estados Unidos para el 2015.
Muchos de estos aviones pueden estar equipados con cámaras de vigilancia de día y de noche, radares y analizadores de paquetes de información en la red. De ahí que aumente el debate entre garantizar la seguridad y el respeto a la privacidad, la libre expresión y otras garantías básicas.
Segurida vs. privacidad
Este jueves varios legisladores preguntaron la AFA sobre la privacidad y la ampliación del uso de aviones no tripulados.
El AFA tiene la “responsabilidad de asegurar que la privacidad de los individuos esté protegida y que el público sea informado de quién utiliza drones en el espacio civil y con qué fines”, escribieron el congresista demócrata Edward Markey y el republicano Joe Barton en una carta dirigida al organismo.
En marzo pasado se dio a conocer que la policía estadounidense se propone utilizar drones provistos de armas no letales en su lucha contra el crimen.
Una vez equipados con balas de goma, descargas eléctricas o gases lacrimógenos, el avión no tripulado llamado ShadowHawk integrará el arsenal de las fuerzas del orden en un distrito de Texas. Para ello se han destinado unos 300.000 dólares.
El representante de la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles, Kirsten Bokenkamp, considera que el mayor temor respecto al uso de los aviones no tripulados a nivel nacional radica en el hecho de ser vigilado "cada vez que se sale a la calle".
Además de la privacidad hay serias dudas sobre el funcionamiento seguro de tales aparatos.
Drones de guerra
El Pentágono ha empleado ampliamente drones desde la guerra de Kosovo y han sido las armas preferidas en las operaciones en Irak, Afganistán, Pakistán y otros países con presencia estadounidense.
Sin embargo, los ataques realizados con el uso de drones a veces resultan en errores trágicos. Según cálculos, el 30% de las víctimas de los ataques con aviones no tripualdos son civiles. Esas víctimas 'colaterales' se han convertido en la piedra en el zapato de las relaciones entre EE. UU. y su aliado Pakistán.
El uso de aviones robot ha crecido exponencialmente bajo la presidencia de Barack Obama. Se pretende aumentar el número de dispositivos a distancia de los 500 que hay actualmente a más de mil y un mismo 'piloto' puede controlar hasta cuatro aviones. El Pentágono calcula que habrá más pilotos a distancia en el 2013 que de cazabombarderos F-16.
Mientras tanto, el Departamento de Defensa y la AFA continúan elaborando un proyecto de legalización del uso cotidiano de drones en el espacio aéreo nacional. En febrero pasado, el Pentágono afirmó en un comunicado que dispone de 7.500 aparatos no tripulados para estos fines.