¿Lleva a menudo jeans, pantalones ajustados o ropa interior entallada? Si la respuesta es sí, puede que los resultados de una serie de estudios que alertan sobre el peligro de este tipo de prendas le hagan replantearse su manera de vestir.
Los pantalones vaqueros apretados pueden, al igual que los pantalones demasiados estrechos en general, aumentar significativamente el riesgo de sufrir meralgia parestésica, una sensación de adormecimiento, entumecimiento y dolor en la parte lateral y anterior del muslo, indica una investigación publicada por la revista Canadian Medical Association.
El estudio confirmó que los síntomas en las mujeres que cambiaron sus vaqueros ceñidos por ropa más holgada desaparecieron pasadas de cuatro a seis semanas.
Además, los expertos explican que la ropa interior ajustada también puede traer consecuencias negativas graves sobre la salud.
Actualmente muchas mujeres usan los denominados panties de control o panty faja, que retienen la zona abdominal y hacen que ésta se vea más plana. Sin embargo, Richard Bricknell, director de la clínica de fisioterapia de Bristol, considera que esta “versión del siglo XXI del corsé”, cuenta con sus mismos riesgos.
El aumento de la presión en la parte inferior del estómago puede forzar a los ácidos gástricos a llegar a la garganta, provocando acidez, lo que podría con el tiempo culminar en “úlceras y, en casos extremos, en cáncer de esófago”, agregó Bricknell. Además, los panties control impiden que el diafragma descienda plenamente al respirar, lo que puede provocar ataques de pánico, hiperventilación e incontinencia por esfuerzo.
Estas y otras prendas de ropa interior, en particular las de materiales sintéticos, no permiten que circule el aire y la humedad, y pueden causar candidiasis o infección vaginal, así como una serie de enfermedades que irritan la piel, advierte Geeta Nargund, ginecóloga y directora del Servicio de Salud Reproductiva del Hospital Saint George en Londres.