China y Rusia están impulsando la coordinación estratégica y la confianza mutua en un simulacro naval de seis días que acaba de empezar en el Mar Amarillo.
Los ejercicios se realizan en medio de las tensiones que China tiene con sus vecinos sobre territorios en disputa.
En la Cooperación Naval 2012 “comprende varias misiones, incluido rescatar una nave secuestrada, escoltar una embarcación comercial y defender un convoy contra ataques aéreos y navales”, según el portavoz del Ministerio de Defensa ruso.
La Marina china participa con cinco destructores, cinco fragatas, cuatro buques dotados de misiles, así como un buque de apoyo y otro hospital. También están involucrados 13 aviones y cinco helicópteros, junto con más de 4.000 efectivos chinos.
El buque insignia de la Flota del Pacífico de la fuerza naval rusa, el crucero portamisiles 'Varyag', participa por parte rusa junto con tres destructores antisubmarinos y tres barcos de apoyo.
“Durante la etapa activa de la Cooperación Naval 2012 el intercambio informático entre las naves rusas y las chinas se realizará en el idioma ruso”, dijo el vocero del Ministerio ruso.
Los buques rusos llegaron este sábado al puerto oriental chino de Qingdao, provincia de Shandong, donde los marineros fueron recibidos en una ceremonia solemne.
Los dos países llevan a cabo ejercicios navales conjuntos regularmente. Los más amplios en la última década tuvieron lugar en 2005 e incluyeron a más de 70 buques.
Esta semana las fuerzas armadas de EE. UU. y Filipinas lanzaron amplios ejercicios navales. El lunes arranca la etapa en el Mar de China Meridional, destacado por una disputa congelada entre Filipinas y China que acaba de resurgir.
Los militares chinos este sábado acusaron a Washington de incitar a una confrontación armada en la región.