Rusia y China iniciaron sus maniobras navales en el mar Amarillo mientras estos ejercicios preocupan grandemente a EE. UU. y sus aliados en la región Asia-Pacífico.
Los entrenamientos en el mar Amarillo, ubicado en la costa oriental de China, durarán seis días. "La fase activa de estos ejercicios se desarrollará hasta el 27 de abril", informó el capitán Román Mártov, vocero de la Flota Rusa del Pacífico.
Encabeza la columna el buque insignia de la Flota rusa, el crucero antimisiles ‘Variag’. "La parte rusa estará representada por los grandes buques antisubmarinos: 'El Almirante Tributs', 'El Mariscal Sháposhnikov' y 'El Almirante Vinográdov', así como por buques auxiliares".
A su vez, China participa con 16 embarcaciones de guerra, dos sumergibles, 13 aviones y cinco helicópteros.
"Intercambio de aspectos más confidenciales"
Con estas maniobras navales, estas dos potencias militares profundizarán sus relaciones estratégicas para garantizar la seguridad en la región Asia-Pacífico.
Además de los numerosos entrenamientos militares, ambas fuerzas armadas practicarán operaciones de búsqueda y rescate. Los ejercicios se enfocarán en defensa aérea, tácticas antisubmarinas y operaciones de búsqueda y rescate de rehénes y de barcos secuestrados como parte de simulacros antiterroristas.
“Un simulacro con un buque antisubmarino es uno de los aspectos más confidenciales de las fuerzas armadas de cualquier país. Significa que es un buen intercambio mutuo”, explicó Yin Zhuo, experto militar chino.
Los primeros ensayos navales de gran escala entre Rusia y China tuvieron lugar en 2005.
¿Respuesta a las "bravuconerías navales"?
Las maniobras de Rusia y China han llamado la atención de Japón y Corea del Sur. Los aliados de EE.UU. temen que existan "otros objetivos" a los oficialmente expresados.
Así, el despliegue de las dos Armadas en aguas próximas a Japón genera nerviosismo en ese país, que tiene conflictos fronterizos tanto con China como con Rusia. Los medios japoneses creen que estos significan una posible advertencia a Tokio por las antiguas "disputas marítimas". Por ejemplo, la que hay entre China y Japón por un grupo de islas del Mar Este de China, donde existen grandes bancos de pesca y posiblemente importantes yacimientos energéticos submarinos.
Por su parte, la prensa estadounidense considera que las maniobras son "una respuesta agresiva a las bravuconerías navales" que se han dado recientemente en la región entre las Marinas de Guerra japonesas, surcoreanas y estadounidenses.
Mientras tanto, desde 16 de abril en el mar de China Oriental también se realizan otras maniobras militares de dos semanas entre EE. UU. y Filipinas, que son vistas como un intento de "enseñar músculo" en la región.
Por ello y con anterioridad, el órgano del Ministerio de Defensa de China advirtió a Washington que intervenir en las disputas entre China y sus vecinos es "inadmisible".