La oleada de inmigrantes mexicanos llegados a EE. UU. alcanza un punto muerto por primera vez en las últimas décadas, según revela un estudio.
Un análisis realizado por 'Pew Hispanic Center', un grupo privado de Washington que estudia los movimientos migratorios, mostró que la afluencia que llevó a 12 millones de inmigrantes a la 'tierra de las oportunidades' en la década de 1970, comenzó a disminuir hace cinco años y podría haberse invertido en los últimos dos años.
"No sabemos si la oleada migratoria se reanudará en algún momento, pero sí podemos determinar que el estancamiento actual es algo más que una pausa temporal", declaró en la presentación del estudio Paul Taylor, director del 'Pew Hispanic Center'.
El informe atribuye a varias causas este fenómeno, destacando ante todo las condiciones económicas y severo clima antimigratorio de EE. UU.
El magnetismo de EE. UU. se debilita
El estudio subraya que la débil economía estadounidense "debilitó el imán de puestos de trabajo" para los inmigrantes mexicanos.
Incluso a pesar de que el mercado laboral de Estados Unidos muestra señales de recuperación, eso no incluye al colectivo hispano, que en la estadística de la pobreza ha superado por primera vez al de los afroamericanos.
Ante una perspectiva tan poco favorable, la situación económica en México se dibuja beneficiosa a ojos del inmigrante a la hora de regresar a su país de origen.
Inmigración: cara, difícil y peligrosa
Según Jeffrey Passel, demógrafo del 'Pew Hispanic Center', el endurecimiento de la política de inmigración ha hecho que intentar entrar en Estados Unidos para los mexicanos sea cada vez más difícil, caro y peligroso.
Además de implantar leyes estrictas como la de Alabama, considerada la más dura en EE. UU., ya que criminaliza la presencia de los inmigrantes en el estado, o la de Arizona, que permite detener a cualquier inmigrante ante la mínina "sospecha" sobre la legalidad de su estatus, el Gobierno legaliza medidas para reforzar las fronteras de EE. UU.
El programa estatal Operación Guardián estipula el levantamiento de cercas blindadas y sistemas de vigilancia ultramoderna junto con miles de agentes de seguridad dispuestos para que velen por la impemeabilidad de la frontera. Además de ser deportados, multados o encarcelados, en 2011 en las proximidades de la frontera fueron encontrados restos humanos de unas 200 personas.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, se comprometió a realizar una reforma migratoria integral aunque por el momento ha fracasado en este objetivo, y eso a pesar de que fue el voto latino el que inclinó la balanza a su favor en las elecciones de 2008.