La salida de las tropas extranjeras de Afganistán en 2014 debe ir de la mano de la preparación del Gobierno afgano para decidir independientemente los temas del mantenimiento de la seguridad en el país, asegura el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov.
"Tal salida debe ser proporcional a la situación real en el ámbito de la seguridad en Afganistán y su capacidad de controlar la seguridad en su propio país", dijo Lavrov durante una conferencia de prensa en Duchanbé, capital de Tayikistán.
El ministro señaló también que "por el momento, por desgracia, se está lejos de que así sea". Lavrov ha declarado también el interés de Rusia "en el mejoramiento de la cooperación entre las fuerzas internacionales de ayuda en cuestiones de seguridad, cuyo eje está compuesto por los países de la OTAN, y de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva OTSC".
En las operaciones en el territorio de Afganistán participa el contingente multinacional de la coalición antiterrorista, encabezado por los representantes de las fuerzas armadas de los EE. UU., así como el contingente ISAF bajo el mando de los representantes de la OTAN.
Las labores principales de los dos contingentes, según afirman sus directores, es la búsqueda y destrucción de los activistas del movimiento afgano extremista Talibán, al igual que la eliminación de miembros de la agrupación internacional terrorista Al Qaeda.
El motivo que dio comienzo a la operación de los EE. UU. y sus aliados en Afganistán fue el acto terrorista en Nueva York llevado a cabo por miembros de Al Qaeda el 11 de septiembre de 2001, cuando por medio de dos aviones de pasajeros capturados por los terroristas se destruyeron las torres del World Trade Center.
En aquel atentado fallecieron 2.974 personas y 24 desaparecieron sin dejar rastro. 19 terroristas también murieron en dichos actos.
La salida de las fuerzas extranjeras de Afganistán está planeada para el año 2014.