Pese a que la amenaza de guerra contra Irán sigue siendo alta, numerosos expertos creen que EE. UU. no está preparado para lanzar un ataque militar directo contra la República Islámica, entre otras cosas por la proximidad de las elecciones.
Así lo cree el coronel de EE. UU. Douglas McGregor, que en declaraciones a RT asegura que "el presidente Obama no está ni remotamente interesado en librar una guerra contra Irán" porque "su preocupación principal es ser reelegido". McGregor cree que la posición de EE. UU. estará condicionada por lo que haga Israel. "Si [los israelíes] lanzan un ataque por su cuenta sin consultar con nosotros, totalmente al margen de nosotros, y lo hacen a finales de octubre, poco antes de las elecciones, Obama puede decir: 'Bueno, estamos obligados, tenemos que ayudar a nuestros amigos israelíes' y él quedaría bien. Si lo hacen antes, entonces las consecuencias podrían ser muy profundas para él, ya que, sin duda, se hundiría la economía", sentencia McGregor.
Esta posición la comparte también el director general del Centro de la Coyuntura Política de Rusia, Serguéi Mijéev, que opina que EE. UU. dispone de un plan real para presionar a Irán acompañado de un proyecto para cambiar el régimen en el país.
"Creo que los estadounidenses tienen preparados planes para el bombardeo de muchas zonas del mundo y sólo están esperando el momento adecuado. La estrategia estadounidense es simple: asegurar su propio dominio global con todos los medios a su alcance y, por lo tanto, buscan motivos y medios para neutralizar a cualquier competidor alternativo que pueda impedir la influencia de los estadounidenses en una u otra región”, indica Mijéev.
“La segunda opción es convertirlos en sus aliados, es decir, sustituir el poder en este país. En casos extremos, la competencia puede ser suprimida por la fuerza. Creo que los estadounidenses tienen un plan real para ejercer presión sobre Irán que iría acompañado por un plan para el cambio de régimen. Pero si el cambio de poder en Irán es algo problemático, la presión sobre Irán, incluida la militar, es probable que tenga lugar”, resumió.
Los que el experto pone en duda es el modo en que EE. UU. llevará a cabo este plan: con sus propias manos o por medio de sus aliados. Hay quien cree que los primeros golpes los podría asestar Israel u otro país y que después EE. UU. se uniría a la agresión.
“Ahora creo que no están listos para un ataque militar directo contra Irán incluso por razones políticas. Tienen las elecciones presidenciales en otoño, antes de las cuales no se puede hacer, ya que el resultado puede ser ambiguo pero ha de ser inequívoco, por lo que pueden poner sólo en marcha un programa para propiciar la escalada del conflicto para, después, en un momento determinado, incorporarse creando una coalición de estados que ejerzan presión sobre Irán", conjetura Mijéev.