El ministerio de exteriores de Rusia considera contraproducentes los llamamientos occidentales y de la oposición siria para hacer valer un capítulo de la Carta de la ONU que abriría las puertas a una injerencia militar contra el país.
“Creo que estos son enfoques contraproducentes”, dijo el viceministro de Relaciones Exteriores ruso, Mijail Bogdánov, en relación a las exhortaciones para imponer el Capítulo VII de la Carta de la ONU a través del Consejo de Seguridad.
Entre los adeptos a esta idea sobre el capítulo, que junto a la imposición de sanciones legítima las operaciones militares si algún país amenaza la paz, se encuentran los críticos tradicionales del régimen legítimo sirio, es decir, Estados Unidos y Francia, representados por la secretaria de Estado Hillary Clinton y el canciller galo Alain Juppé, respectivamente. Por su parte, el opositor Consejo Nacional Sirio hizo un llamamiento para acogerse al Capítulo VII a la Liga Árabe, que, no obstante, no lo hizo llegar al Consejo de Seguridad.
En este sentido Rusia trata de enfocar la atención sobre el plan de paz elaborado por Kofi Annan, el enviado especial de la ONU y de la Liga para Siria. El plan, que impuso la deseada tregua del 12 de abril en Siria, insta a las autoridades y a los opositores a involucrarse en un diálogo político sobre el futuro del país.
El vicecanciller ruso subrayó que la única vía para evitar la guerra civil en Siria pasa por articular un diálogo a nivel nacional.
EE. UU. mantiene a Assad 'en el punto de mira'
Mientras tanto, la portavoz del Departamento de Estado, Victoria Nuland, reconoció que EE. UU. “va a mantener la presión” sobre el presidente sirio Bashar Al Assad mientras sigue apoyando el plan de Annan.
“Si él espera que se termine [la presión], la presión solo aumentará y aumentará más, y él se irá. No podrá soportarlo”, dijo la portavoz de estadounidense, reforzando con ello el enfoque unilateral de su país en reación al conflicto en Siria, es decir, responsabilizando ante todo a las autoridades de la violencia.
Sin embargo, otros miembros de la comunidad mundial, incluida Rusia, siguen insistiendo en la necesidad de que ambas partes se sienten a la mesa de negociaciones, y no pierden esperanza de que el plan de paz se concrete, ni de que se cumplan los objetivos de la misión observadora de la ONU destinada a supervisar el conflicto, que no acaba de sofocarse.
El diplomático ruso ha subrayado que, por de pronto, será desplegado un grupo importante de observadores que aumentará el ya existente hasta los 300 o más especialistas.