Los presidentes de EE. UU. y Rusia emitieron una declaración conjunta sobre el Tratado de Reducción de Armas Estratégicas, firmado en 1991, y que expira el día 5 de diciembre. En este documento Dmitri Medvédev y Barack Obama expresaron su disposición a seguir colaborando tras expirar el START (por sus siglas en inglés).
“Reconociendo las intenciones mutuas de mantener la estabilidad estratégica en las relaciones entre ambos gobiernos, declaramos nuestra devoción a seguir colaborando en el sentido del Tratado de Reducción de Armas Estratégicas después de su expiración, así como declaramos nuestra firme disposición de asegurar la entrada en vigor de un nuevo tratado de armas estratégicas lo más pronto posible”, reza la declaración de los líderes.
La necesidad de un nuevo acuerdo entre las dos potencias nucleares fue clave durante los últimos meses. El Tratado de Reducción de Armas Estratégicas (START-1) firmado el 31 de julio de 1991 entre la Unión Soviética y Washington,termina el 5 de diciembre y en todas las negociaciones ruso-estadounidenses se discutía el tema de su actualización, incluyendo el nivel de la reducción de armas nucleares y sus portadores.
Durante la reunión mantenida en Londres en abril, los presidentes Dmitri Medvédev y Barack Obama acordaron preparar un nuevo tratado para sustituir el START-1 y “avanzar en el proceso de desarme nuclear”. Asimismo, en el transcurso de la visita de Obama a Rusia a principios de julio, se firmó un acuerdo marco de reducción de este tipo de armas estratégicas. Las partes convinieron reducir las cargas atómicas hasta las 1.500 y 1.675 unidades por cada país y los portadores hasta entre 500 y 1.000 unidades. Actualmente Rusia cuenta con 3.909 ojivas nucleares y 814 portadores; EE. UU. posee 5.576 ojivas y 1.198 portadores.
A principios de esta semana la Administración Obama advirtió de que el documento no sería firmado para la fecha límite. El portavoz de la diplomacia estadounidense, Ian Kelly, dio a entender que sería difícil conseguir un compromiso para el 5 de diciembre, aún cuando los negociadores "trabajan muy duro". Según Kelly, Estados Unidos "espera un proyecto de acuerdo a fines de diciembre"."Las fechas límites son por supuesto importantes, pero lo más importante es tener un buen tratado que las dos partes puedan firmar", añadió.
Los politólogos rusos prestan atención a las contradicciones de las posiciones que todavía quedan entre los dos países. "Los problemas son numerosos y hay importantes resistencias a un nuevo acuerdo tanto del lado ruso como estadounidense", dice Alexander Konovalov, presidente del Instituto de Evaluaciones Estratégicas. Por ejemplo, Estados Unidos propone "mantener e incluso aumentar el control de los misiles balísticos intercontinentales rusos, tales como Topol", una medida a la que Moscú se opone, explica el periódico ruso Kommersant.