Moscú conmemora los 68 años desde la primera derrota de las tropas nazis
Hace 68 años comenzó la contraofensiva de los ejércitos rusos en la región de Moscú, donde la máquina bélica de los nazi sufrió su primera derrota en la Segunda Guerra Mundial.
El plan de la Alemania Nazi preveía la toma de la capital rusa entre tres y cuatro semanas, después de la invasión, aunque la contraofensiva de las tropas soviéticas impidió que se cumpliera. La primera gran derrota que sufrió el ejercito alemán durante la Segunda Guerra Mundial demostró al mundo que no era invencible. La valentía y la táctica meditada, así como el excepcional frío del invierno de 1941, ayudaron a las fuerzas rusas a vencer al enemigo y proteger Moscú.
La Gran Guerra Patria (así se denominaba la última guerra mundial en la antigua URSS) empezó el 22 de junio de 1941, cuando la Alemania Nazi y sus aliados del Eje atacaron al ejercito soviético a lo largo de la frontera común del mar Báltico hasta el mar Negro. Las tropas de la Wehrmacht esperaron el Blitzkreig, o la guerra relámpago. El objetivo de la Operación Barbarroja contra la URSS era “destruir las fuerzas rusas desplegadas en el Oeste y evitar su huida hacía los espacios abiertos de Rusia”.
El comienzo de la ofensiva alemana fue muy exitoso. La Wehrmacht tomó varias de las ciudades principales de la URSS como Minsk, Járkov, Kiev y en un par de meses, ya estaba en Smolensk, la puerta de acceso a Moscú. El Grupo de Ejércitos Sur se dirigía a conquistar Ucrania, mientras que el Grupo de Ejércitos Centro se dirigía hacia Mosc
A principios de la Gran Guerra las tropas soviéticas sufrieron enormes pérdidas y trágicas derrotas. Sólo el 5 de diciembre el Mariscal Georgi Zhúkov lanzó un masivo contraataque soviético contra los nazis, que estaban a escasos 42 kilómetros del borde externo de Moscú. El día siguiente la ofensiva se desarrolló en todos los sectores en el área moscovita. Por fin el 7 de enero de 1942, los congelados y agotados alemanes fueron derrotados y obligados a retroceder hasta 250 kilómetros.
La victoria en la batalla de Moscú fue un importante empuje para la moral soviética, ya que el ejército alemán había perdido su aura de invencibilidad. Al no haber podido derrotar a la Unión Soviética en un rápido ataque, los alemanes tuvieron que prepararse para una larga y sangrienta guerra de posiciones. La Blitzkreig no tuvo éxito. Por el heroísmo de los defensores se otorgó en 1965 a la ciudad de Moscú, el título de Cuidad de Héroe, cuando se celebró el 20 aniversario de la victoria soviética sobre la Alemania Nazi en 1945.