Las duras "técnicas de interrogatorio" que la Agencia Central de Inteligencia de EE. UU. (CIA, según sus siglas en inglés) aplicó durante la presidencia de George W. Bush a prisioneros de alto valor no parecen haber contribuido a lograr avances en la lucha anti-terrorista, según un informe inacabado del Senado.
Los investigadores del Comité de Inteligencia del Senado no han hallado pruebas que avalen afirmaciones, según las cuales los duros métodos de la CIA han jugado un papel "significativo" en las operaciones anti-terroristas, com la que supuso el hallazgo y el asesinato de Osama bin Laden en mayo de 2011.
La investigación se basa en el analisis de millones de páginas cedidas por la misma CIA, que detallan las operaciones diarias de su programa de interrogatorios, incluyendo descripciones gráficas de cómo y cuándo se empleaban las controvertidas técnicas.
De acuerdo a estos registros, el Gobierno de Bush sometió a ahogamientos simulados a tres sospechosos capturados. Uno de ellos fue Khalid Sheikh Mohammed, autor intelectual de los ataques del 11 de septiembre de 2001, que fue sometido a esta práctica 183 veces.
Otras técnicas coercitivas consistían en obligar a las personas a agacharse o estirarse en posiciones extremas o en golpear a los detenidos contra paredes flexibles.
Los defensores del programa de la CIA lo califican de medida necesaria, aunque desagradable, ya que pudo haber evitado planes extremistas y salvado vidas. Según ellos, esto no sólo permitió sonsacar información sobre planes terroristas inminentes, sino también convencer a los sospechosos de que cooperasen en futuros interrogatorios.
Por su parte, los opositores aseguran que dichas técnicas proporcionan datos falseados, ya que una persona torturada está dispuesta a confesar prácticamente cualquier cosa para superar tan abusivo trance.
Los investigadores tienen previsto terminar el informe este verano, aunque es poco probable que sea publicado debido a la presión de políticos y expertos que apoyan las torturas.
Tras asumir la presidencia, Barack Obama renunció a tales prácticas y prohibió las torturas.