“Entre Sarkozy y Hollande apenas hay diferencia”
El presidente francés Nicolas Sarkozy y el socialista François Hollande se enfrentaron ayer cara a cara en el único debate televisivo de la campaña electoral, que según los medios de comunicación del país quedó en “empate”.
Quedan pocos días antes de la batalla final entre los aspirantes a la presidencia francesa en una segunda vuelta electoral, pero la mayoría de la población sigue dudando a cuál de los dos le dará su voto.
“Independientemente de quién sea elegido como presidente se notará un cambio rápido que girará en torno a dar más poder a la Unión Europea”, indica a RT el director de cine Alain Soral.
“¿Cuál será la mejor opción si entre las posibilidades a elegir apenas se puede distinguir la diferencia?”, concluye Soral.
Durante las casi tres horas que duró el debate este miércoles, el favorito de las encuestas Hollande se mostró calmado, mientras Sarkozy nervioso en algunos momentos no logró debilitar la ventaja que le lleva su rival para la segunda vuelta del domingo. Sin embargo, a pesar de la acalorada discusión, los expertos aseguran que ninguno dejó claro su futuro proyecto político.
“Esperaba como la mayoría de los franceses ver que alguno de ellos dijera ‘este es mi proyecto, los próximos cinco años voy a ver el mundo desde este ángulo’, lamenta Marek Halter, escritor y activista de derechos humanos, quien asegura que ninguno de los candidatos cuenta con un proyecto definido.
Hollande seguro y relajado señaló que su oponente, en el poder desde el 2007, había dividido al pueblo francés y usado la crisis económica global con el fin de justificar sus propios errores. El socialista también dijo que aspiraba a ser "el presidente de la justicia, de la renovación y de la unidad".
Por su parte, Sarkozy acusó repetidamente a su rival de mentir sobre las cifras económicas y trató de desequilibrarlo usando numerosas estadísticas. Entre los temas debatidos destacaron el de la crisis en Europa, la débil economía, el alto nivel de desempleo, la energía nuclear y la inmigración.
El domingo 6 de mayo se celebrará la segunda vuelta de las elecciones presidenciales francesas, que definirá al próximo líder del siguiente quinquenio y que podría, según los analistas, marcar un nuevo rumbo en la economía europea.