El ministro de Exterior ruso, Serguei Lavrov, anunció que Rusia no renunciará a la independencia de Abjasia y Osetia del Sur y que esta cuestión está demasiado politizada por los países de la OTAN.
“No podemos renunciar a la independencia de estos dos estados porque no fuimos nosotros quienes la declaramos, sino el pueblo de de estos países”, dijo Lavrov en la reunión del Consejo Rusia – OTAN celebrada en Bruselas. El jefe de la diplomacia rusa opina que por ahora este problema sigue siendo muy politizado por parte de la Alianza. Lavrov lamentó que los miembros de la Organización no quieren reconocer muchos actos evidentes por las razones políticas. “Continúan operando los viejos clichés, no teniendo en cuenta la situación real en la región del Cáucaso”, señaló.
Tratando el tema de Afganistán, Lavrov informó que Rusia no va a participar en planeamiento de las operaciones del contingente militar internacional en ese país. “No participamos en la operación afgana y por eso no tenemos relación con su planeamiento”, declaró. Aunque, según sus palabras, Rusia continúa apoyando a muchos países que ya tienen sus contingentes en Afganistán. Primeramente se trata del tránsito aéreo y ferroviario a cargo de la OTAN al país afgano por el territorio ruso. Lavrov informó también que próximamente Rusia dará a dicha nación una partida de camiones.
En cuanto a la cooperación militar entre Moscú y la OTAN, Lavrov dijo que ella incluye la lucha contra la piratería y la defensa antimisil. También aseguró que el nuevo tratado de seguridad europea, el proyecto del cual fue preparado por Rusia, no contradecirá a las acciones del tratado. “En este documento no hay ninguno sentido incubierto, no hay ninguna tentativa de arrogarse el derecho de veto sobre las acciones de la Alianza”, dijo Lavrov.
Durante su reunión el Consejo aprobó los tres documentos de trabajo, uno de los cuales supone intensificar la cooperación militar. Además, fue acordada la idea de encargar a los embajadores de los países miembros realizar el análisis de las amenazas globales del siglo XXI y componer un plan de trabajo para 2010. El tercer documento aceptado trata de la necesidad de mejorar la eficacia del funcionamiento del propio Consejo.
Las relaciones entre ambas partes se agravaron como consecuencia del ataque de Georgia a Osetia del Sur, el 8 de agosto de 2009. Rusia, al defender a los habitantes de la República, muchos de los cuales tienen ciudadanía rusa, introdujo sus tropas en Osetia del Sur y tras cinco días de operaciones de combate expulsó al ejército georgiano. Los países de la Alianza acusaron a Rusia del empleo desproporcional de la fuerza y declararon la suspensión de las reuniones del Consejo Rusia-OTAN a todos los niveles. Como respuesta, Moscú decidió congelar varios programas que realizaba junto con la Organización.